Serbia erigirá un monumento a las víctimas de los bombardeos de la OTAN de 1999, ha anunciado el primer ministro y futuro presidente del país balcánico, Alexandar Vucic.
"Serbia cumplirá con su obligación hacia las víctimas inocentes de la agresión contra nuestro país. Esta es nuestra deuda con ellos, pero también es un indicador de nuestra actitud responsable hacia el futuro. El mal que nos fue infligido nunca debe ser repetido", declaró Vucic a la agencia Sputnik.
Según informa la agencia, la iniciativa fue respaldada por el presidente de la República Srpska (una de las dos entidades que conforman Bosnia-Herzegovina), Milorad Dodik, el presidente serbio Tomislav Nikolic, el patriarca de la Iglesia ortodoxa serbia, Ireneo I, el famoso director de cine Emir Kusturica y otras relevantes personalidades del país.
Tras fracasar las negociaciones de paz para detener la guerra de Kosovo, la OTAN lanzó la Operación Fuerza Aliada, que duró 78 días, entre el 24 de marzo y el 10 de junio de 1999.
Durante esta operación, fueron lanzados un total de 2.300 misiles contra 990 objetivos y más 14.000 bombas cayeron sobre el territorio de Yugoslavia, un país que se desintegró tras una serie de conflictos étnicos en los años 90 y que en 1999 conformaban solo las actuales Serbia y Montenegro. Sólo en la capital, Belgrado, fueron lanzadas 212 bombas.
A pesar de estos trágicos sucesos, que dejaron más de 2.000 víctimas mortales entre la población civil y 6.000 heridos, en todo este tiempo no se ha erigido un solo monumento conmemorativo en la capital serbia. Se tiene previsto que su inauguración tenga lugar dentro de dos años, coincidiendo con el vigésimo aniversario de los bombardeos.
El horror de la despiadada campaña militar de la Alianza Atlántica fue mostrado por el premiado documental 'Zashto (¿Por qué?)', realizado por RT.