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Angela Merkel: Cómo se convirtió en la mujer más poderosa del mundo y qué salió mal
Angela Merkel es canciller de Alemania desde 2005 y en septiembre se enfrentará al primer candidato socialdemócrata con opciones de gobernar desde Gerhard Schroder.
Durante 12 años como canciller de Alemania, Angela Merkel se ha convertido en la líder más poderosa de Europa y la mujer más poderosa del mundo. El periodista Dmitri Vachedin, afincado en territorio germano, explica su brillante carrera política y a qué desafíos se enfrenta hoy en día.
En 2005, esta ex ministra de Medio Ambiente llogró que la Unión Demócrata Cristiana (CDU, por sus siglas en alemán) retomara el poder. A pesar de ser la canciller más joven de la historia y la primera fémina que ocupó el cargo, sus primeros años en el poder no fueron especialmente destacados.
Todo cambió cuando estalló la crisis financiera global. "En 2008, Merkel se convirtió en líder del país", una persona "que dice que todo estará bien y todos la creen", opina Andréi Gurkov, observador económico del canal Deutsche Welle.
Vachedin recuerda que Merkel y su ministro de Finanzas evitaron "el pánico" al otorgar garantía estatal a los depósitos de los bancos alemanes y, como resultado de esa decisión, la crisis apenas afectó a Alemania.
Como consecuencia de la coyuntura, el primer mandato de Merkel se caracterizó por sus medidas económicas urgentes, mientras que la tradicional agenda conservadora de la CDU poco a poco pasó a un segundo plano y pronto se hizo evidente que Merkel no pensaba retomarla.
"Medidas chocantes"
En lugar de eso, impulsó reformas que, "de haber sido propuestas por otros partidos, nunca habría apoyado la CDU", destaca Nikolaus Haufler, miembro de ese partido desde 2001 y diputado en la Asamblea legislativa de Hamburgo y ruso de nacimiento, quien enumera las decisiones "chocantes" de la canciller:
- Rechazo a la energía nuclear.
- Abolición del servicio militar obligatorio.
- Asignación de miles de millones para Grecia.
- Inmigración masiva, "descontrolada y caótica".
A pesar de la insatisfacción entre otros miembros de su partido que piensan de manera similar, los esfuerzos para rescatar a Grecia lograron que Merkel encabezara Europa. "Al parecer, consideraba una cuestión de importancia fundamental no permitir que ningún país abandonara la zona euro", según Gurkov.
Sin embargo, para ese analista "el 'Brexit' es, en parte", una reacción al rescate griego y a la acogida de refugiados, medidas que habrían provocado que Merkel pierda el Reino Unido para Europa.
Política interior
Si el curso de la política exterior de Angela Merkel está bastante claro —el mantenimiento de un único espacio político y económico en Europa, beneficioso para Alemania— resulta mucho más difícil explicar sus objetivos internos. A juzgar por sus reformas, ha rechazado a los valores conservadores de la CDU a favor de medidas apoyadas por la población, indica Dmitri Vachedin.
Como resultado, al mismo tiempo que la dirigente se alejaba cada vez más de los miembros conservadores de su partido, comenzó a atraer a un nuevo electorado: los residentes urbanos, políticamente conscientes, para los cuales su formación se convirtió en un partido de desarrollo y de reformas.
Éxito y caída
Para Andréi Gurkov, las razones del éxito duradero de Merkel están claras: los alemanes la ven como "un símbolo del crecimiento estable", una canciller "trabajadora y creíble" y, sobre todo, "fiable", ya que es "uno de los pocos líderes que no es corrupto en absoluto". Hasta septiembre de 2015, incluso los compañeros que no comparten sus ideas expresaban su descontento "en voz muy baja". Hasta que estalló la crisis de los refugiados.
En esa época, Alemania casi "había agotado los recursos para la recepción de refugiados" y tomó la decisión de cerrar el límite de su país con Austria. Sin embargo, en el último momento Merkel dio marcha atrás y "demostró no solo indecisión estratégica, sino debilidad". Como resultado, la frontera permaneció abierta para los refugiados durante otros seis meses, la canciller "se quedó sola" y "puso en peligro su enorme capital político acumulado" a lo largo de más una década.
Al mismo tiempo que la división dentro de la CDU se convirtió en una realidad, en las filas del Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD) apareció un candidato fuerte por primera vez después de Gerhard Schroder.
La nueva esperanza socialdemócrata
La biografía de Martin Schulz incluye el abandono de los estudios secundarios y episodios de alcoholismo en su juventud,que casi lo llevaron al suicidio.
A principios de la década de los 90, fue alcalde de una pequeña ciudad en el oeste de Alemania y en 1994 resultó elegido para el Parlamento Europeo, donde logró construir una de las carreras más impresionantes en la historia pòlítica del viejo continente: en 2012 fue elegido presidente de ese organismo.
Cinco años después, los 605 delegados del SPD votaron por unanimidad a favor de la elección de que lidere esa fuerza política y se convirtió en el principal rival de Merkel en la carrera electoral.
Nikolaus Haufler estima que es "el salvador largamente esperado" por los socaldemócratas y, si muchos optarán por el "cálculo racional", quienes votarán a Schultz elegirán "de corazón" porque construye su programa electoral bajo la imagen de "un hombre del pueblo" y centra su retórica en la "justicia social".
¿Y Merkel?
En la CDU aseguran que Martin Schulz es "un oponente peligroso porque es un populista implacable", mientras que un colega destacado, Jorg Schonbohm, ya vaticinó en 2012 que el partido "se convertirá en ruinas" cuando Angela Merkel no sea elegida canciller.
Sin embargo, a pesar de que nadie se pronuncia abiertamente, a muchos compañeros de formación no les importaría que Angela Merkel no repitiera como canciller en septiembre y la CDU regresara a la oposición, porque podría renunciar de manera inmediata a su cargo como líder del partido.
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