"Hay una hoja de ruta clara para la paz en la Península coreana, pero Trump va en dirección opuesta"
En lugar de continuar la escalada retórica belicista, el Gobierno de EE.UU. debe reanudar conversaciones bilaterales con Corea del Norte o el diálogo de los Seis para lograr una resolución pacífica en la Península coreana, afirma a RT Brian Becker, coordinador nacional de la Coalición ANSWER, una organización pacifista con sede en EE.UU.
"La confusión con el USS Carl Vinson fue una mentira"
Respecto a la confusión generada en torno a la ubicación y la dirección del portaaviones USS Carl Vinson y su flota, Becker "no tiene duda" de que fue "un engaño".
El analista explica que Donald Trump y el Pentágono "supieron durante muchos días" que el USS Carl Vinson se dirigía hacia Australia, no hacia Corea del Norte, pero prefirieron mantener el curso elegido de "ruido de sables y amenazas de guerra", lo cual "cambió el clima político" en ambas partes de la Península coreana. Fue un "terrible acto de engaño, una mentira de hecho", constata.
"Una crisis provocada para propósitos políticos domésticos"
Becker opina que la política y la postura diplomática de la Administración Trump "están llenas de fanfarronadas", al tiempo que "está dando fácilmente un giro de 180 grados".
Sin embargo, cuando Corea del Norte escucha las amenazas del presidente de EE.UU., "necesariamente" toma contramedidas y "se prepara para una confrontación", explica el analista. En lugar de "escalar la retórica de la guerra", Washington "tiene que ir en la dirección contraria": intentar reanudar las conversaciones bilaterales o las conversaciones a seis partes para trabajar en una solución pacífica del problema, agrega.
En opinión de Becker, se trata de una crisis "innecesaria" provocada por Trump "principalmente para propósitos políticos domésticos", porque "silencia a todos sus críticos" en EE.UU., incluidos los medios 'mainstream'.
"Hay una hoja de ruta clara para la paz"
Entretanto, el analista estima que "hay una hoja de ruta clara para la paz" en la Península coreana. En este sentido, recuerda que tanto con el anterior Gobierno estadounidense como en los primeros días del nuevo, Pionyang propuso suspender las pruebas de armas nucleares a cambio de que se cancelaran los ejercicios de guerra que simulan la destrucción de Corea del Norte, una oferta a la que "tanto la Administración Obama como la Administración Trump inmediatamente dijeron 'no'".
Lo que Pioyang "realmente quiere es el fin de la Guerra de Corea": sustituir el armisticio del 27 de julio de 1953 por un tratado de paz y comenzar relaciones económicas, políticas y diplomáticas "normales", asegura el experto. El coordinador nacional de la Coalición ANSWER concluye que "es hora de que el Gobierno estadounidense finalmente diga: 'La guerra de Corea ha llegado a su fin'", porque, recuerda, es esto lo que desean Pionyang, Pekín, Moscú y el pueblo surcoreano.