Trump tiene nuevo 'asesor' y no podrá creer de quién se trata
El presidente de EE.UU., Donald Trump, habla cada semana por teléfono con el magnate mediático global Rupert Murdoch, informa el diario 'The New York Times'. El multimillonario australiano controla la cadena televisiva Fox News, los diarios 'The Wall Street Journal' y 'The Times' entre un sinnúmero de medios de comunicación repartidos por todo el mundo.
Las relaciones entre Trump y Murdoch "han sido más profundas y duraderas" que la mayoría de las que ha mantenido el actual mandatario de EE.UU. a lo largo de su vida, afirma la publicación. Murdoch se ha mostrado leal a Trump y Fox News lo apoyó durante la campaña electoral, señala el diario neoyorquino.
En sus conversaciones telefónicas, Murdoch apoya a Trump cuando este se encuentra deprimido, ambos se compadecen el uno al otro, y el magnate anima al inquilino de la Casa Blanca a centrarse en los asuntos económicos antes que en otras materias. Además, ambos "trazan estrategias" durante estas conversaciones, afirma el diario citando a fuentes cercanas a ambos.
Escuchas telefónicas
Cabe recordar que después del escándalo en torno al periódico británico News Of The World (perteneciente al magnate), que durante muchos años obtuvo información de manera ilegal, su dueño Rupert Murdoch tuvo que cerrar la edición. Sin embargo, esto no satisfizo a los indignados británicos. Murdoch y sus empelados publicaron un voluminoso texto de disculpa en numerosos periódicos del país. "Lo sentimos mucho", era el título de la larga excusa del multimillonario.
El famoso periódico se ha visto envuelto en un escándalo de escuchas ilegales de múltiples celebridades, personalidades de la realeza y políticos en 2011, pero esta semana ha alcanzado el colmo al saberse que entre las personas espiadas estaba Milly Dowler, una estudiante británica de 13 años que había sido secuestrada y asesinada en 2002, y el tabloide espió el buzón de voz de su teléfono móvil. El diario llegó incluso a borrar varios mensajes de su teléfono para ganar memoria y escuchar otros, lo que hizo creer a los padres de la adolescente que su hija estaba viva y perjudicó seriamente la investigación del caso.