La "pequeña Esparta" del Golfo con grandes ambiciones militares

Se ha lanzado con entusiasmo a una serie de conflictos militares, involucrándose en un "juego peligroso" en una región ya agitada.

En el 2014, el general retirado estadounidense y actual secretario de Defensa de EE.UU., James Mattis, calificó a Emiratos Árabes Unidos (EAU) como "la pequeña Esparta", explicando que los emiratíes "no solo están dispuestos a luchar", sino que son "grandes guerreros".

Hoy en día, el país árabe se ha involucrado con entusiasmo en un "número sorprendente" de conflictos tanto en la región como más allá, "para el deleite de los militares estadounidenses", sostiene Bill Law, analista de Oriente Medio y especialista en asuntos del Golfo, en un artículo para el portal The Middle East Eye.

"Nadando con los peces grandes"

El experto enumera los grandes movimientos militares realizados por "los grandes guerreros", en palabras de Mattis:

No obstante, más allá del mejor armamento y la tecnología más sofisticada a disposición de los emiratíes, ¿cómo puede un país con una población nacional de poco más de un millón de personas tener "un botín militar tan contundente?", se pregunta Law.

Combatientes de alquiler

Según detalla el analista, aunque los emiratíes "son tímidos" acerca del tema, su fuerza se basa en gran parte en mercenarios, suministrados, entre otras, por empresas vinculadas a Erik Prince, un excomandante de las Fuerzas Especiales estadounidenses que creó la famosa compañía militar privada Blackwater Worldwide.

En concreto, Prince, el hermano de la secretaria de Educación de Donald Trump, firmó en el 2011 un contrato de 529 millones de dólares para proporcionar a Emiratos una fuerza mercenaria destinada a realizar operaciones especiales y proteger instalaciones importantes del país de los terroristas.

Asimismo, EAU ha contratado a oficiales australianos jubilados de alto rango para supervisar a su Guardia Presidencial de élite.

"Lado oscuro" del "oasis tolerante"

La pequeña "Esparta del Golfo" tiene también "un lado oscuro", que choca con la imagen de "un oasis tolerante, turístico y de negocios" promovido con éxito por el país, resalta el analista, que explica que se trata de un "aplastamiento implacable" de los derechos humanos en EAU.

Sin embargo, añade Low, este lado oscuro no parece preocupar "a los amigos de Emiratos Árabes Unidos en Occidente", contentos con "las grandes ventas de armas, y un fuerte compromiso de Emiratos con la acción militar conjunta".

Juego peligroso

A juicio del experto, puede que Emiratos Árabes Unidos "hayan mordido más de lo que pueden masticar".

La "pequeña Esparta" ha declarado "su preferencia por las bombas sobre las palabras", y está "jugando duro" con armamento de alta tecnología y combatientes de alquiler, concluye el analista, advirtiendo que en una región ya agitada, es también "un juego peligroso".