La creación de nuevos puestos de trabajos en la industria manufacturera para impulsar la economía de EE.UU. fue una de las principales promesas electorales de Donald Trump, y todo parece indicar que el mandatario estadounidense está dispuesto lograr el objetivo.
El Gobierno de EE.UU. está impulsando nuevos contratos de venta de armas a Arabia Saudita valorados en decenas de miles millones de dólares, informa Reuters, que cita fuentes cercanas al proceso de negociaciones.
Estados Unidos ha sido el principal proveedor de la mayoría de las necesidades militares saudíes en los últimos años. Por eso no es de extrañar que la primera gira exterior de Donald Trump como jefe de Estado arrancará este mes con una visita a este país árabe: una clara señal de su intención de reforzar los lazos con su principal aliado en Medio Oriente.
Robert G. Rabil de 'The National Interest' indica que con estos contratos millonarios de armas, Trump, en realidad, ayuda a Arabia Saudita a destruir Yemen, que vive inmerso en una devastadora guerra civil.
Emergencia humanitaria en Yemen
Desde 2014 el país es escenario de un conflicto armado entre los chiitas hutíes y las fuerzas leales al presidente Abd Rabbuh Mansur al Hadi, que se vio obligado a abandonar el país. Desde marzo de 2015 una coalición de países árabes liderada por Arabia Saudita interviene militarmente para devolver al poder al presidente Hadi, exiliado en Riad.
Durante estos dos años los aviones saudíes han bombardeado escuelas, hospitales y mercados, manteniendo, además, un duro bloqueo de ayuda humanitaria. Las cifras son estremecedoras: más de 12.000 civiles fallecidos, tres millones y medio de desplazados internos y un 83% de la población yemení en estado de emergencia humanitaria. Sin embargo, la ONU todavía no ha declarado la hambruna en el país.
Un juego de relaciones públicas
En una entrevista con RT, Brian Becker, director de la Coalición ANSWER, organización de protestas en contra de la guerra, afirma que lo que se observa en Yemen es, quizá, "una de las más grandes historias de sufrimiento humano y catástrofes en el mundo en este momento" como consecuencia de la campaña saudí de bombardeos financiada por Estados Unidos.
"Lo que los saudíes están haciendo se ha entendido y etiquetado como crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad por la ONU", asevera el activista, pese a lo que —se lamenta—, EE.UU. aumenta constantemente su financiación militar a Arabia Saudita.
Asimismo, Becker asegura que para mitigar el creciente coro internacional de críticas contra sus crímenes de guerra en Yemen y aplacar a sus partidarios en Washington, Arabia Saudita intenta activar un juego de relaciones públicas: "ofrecen filantropía y caridad".
Según él, esto es una prueba de que la diplomacia y la caridad en estas circunstancias es "una mentira, una máscara, un camuflaje para ocultar lo que los saudíes en realidad están haciendo a la gente en Yemen", concluye el director de ANSWER.