El exdirector del FBI, James Comey, le dijo a sus compañeros el pasado mes de marzo que el presidente de EE.UU. Donald Trump estaba "loco" por haber sugerido que el expresidente Barack Obama había espiado sus conversaciones telefónicas. Comey también señaló que el actual inquilino de la Casa Blanca estaba "fuera del reino de lo normal", ha informado 'The New York Times' este miércoles.
Por su parte, Trump enfureció cuando Comey se negó públicamente a respaldar sus afirmaciones en relación a las escuchas durante la campaña de 2016 ante el Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes en marzo. Comey afirmó durante la sesión que el FBI no tenía información que apoyara las acusaciones del actual jefe del Estado.
"Una colisión estaba destinada a producirse"
Trump estaba cada vez más enfadado por los comentarios de Comey en las semanas posteriores ante la Cámara en marzo y comenzó a estudiar su posible despido, según 'The New York Times'. Además, los asesores de Trump aseguran que el mandatario tenía acumuladas muchas quejas contra Comey y que su confianza en él se había venido erosionando durante meses.
El punto de inflexión que ocasionó que Donald Trump despidiera a Comey fue probablemente su negativa a revelar de antemano a los asesores del presidente un testimonio que este debió presentar ante el Senado hace una semana, según oficiales de la Casa Blanca. El presidente estadounidense y su equipo interpretaron el comportamiento de Comey como un acto de insubordinación.
"Con un presidente que parece apreciar la lealtad personal por encima de todo y un director con un compromiso absoluto con la Constitución y la realización de la investigación de cualquier prueba, la colisión estaba destinada a producirse", opina Daniel C. Richman, consejero cercano de Comey y exfiscal federal.
"Trump ha declarado la guerra a muchos en el FBI"
En la carta de despedida que circuló entre amigos y colegas este miércoles Comey afirma que no planea perder mucho tiempo hablando de su adiós. "Hace tiempo que creo que un presidente puede despedir a un director del FBI por cualquier motivo, o sin ninguna razón en absoluto (...) Está hecho, y estaré bien, aunque voy a extrañarles profundamente y a nuestra misión", reza la misiva.
Los medios informan que la despedida ha indignado a numerosos agentes en la oficina. Con esta decisión, Trump ha "declarado la guerra a muchas personas en el FBI", aseveró un funcionario citado por 'The Washington Post'.
James Comey fue apartado de su cargo el pasado 9 de mayo de forma muy poco ortodoxa, ya que se enteró de su destitución por las noticias y la carta de despido le fue leída por teléfono.
Dos días antes de la decisión final, el presidente advirtió a sus asesores de que "algo iba mal con" el director del FBI. No obstante, los demócratas y algunos republicanos han cuestionado si el momento para la destitución de Comey fue el oportuno.
Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, quedó sorprendido por la suposición de un periodista que vinculó su visita a Washington con el despido de Comey.