Gran parte de los expertos piensa que la economía de Corea del Norte vive una época difícil, pero el colapso no llega pese a las sanciones, cada vez más estrictas.
En los últimos meses están decayendo las relaciones de Pionyang no solo con Seúl y Washington, sino que también con Pekín. Sin embargo, la flexibilización de los lazos económicos entre Corea del Norte y China, que comenzó hace varios años, ya había erosionado el muro virtual en la frontera entre ambos países. Eso permite a algunos centros empresariales chinos atraer capitales a Corea del Norte y ganar fortunas por medio de distintos esquemas.
Confección mutua
Los talleres de confección situados en el área de la cooperación económica fronteriza de Dandong (provincia de Liaoning) son un buen ejemplo de esta clase de cooperación. Fabrican artículos de buena calidad para el mercado interno chino, pero los volúmenes de la entrega superan con creces las capacidades productivas de las fábricas.
El enigma se adivina fácilmente, a sabiendas de que los mismos talleres se encuentran a otro lado de la frontera. Los empresarios chinos les proporcionaron máquinas de coser muy buenas, de marcas europeas, con las que trabajan mujeres norcoreanas, que etiquetan gran parte de su producción como si fuera hecha en China. A las autoridades norcoreanas eso les permite esquivar las sanciones, mientras que los empresarios chinos ahorran mucho en mano de obra, puesto que el sueldo es mucho más bajo en Corea del Norte que en China.
Según publica el diario 'The New York Times', precisamente este esquema de etiquetado permite mantener a flote la industria textil del país vecino. El año pasado generó ingresos por 500 millones de dólares para el país económicamente aislado.
Las autoridades chinas están al tanto de estas fábricas conjuntas, pero prefieren ignorar su existencia, dado que fomentan el desarrollo de centros industriales en las regiones deprimidas del noreste.
Mano de obra para el exterior
Las transferencias monetarias de los norcoreanos ocupados temporalmente en el exterior, destinadas a sus familias que quedan en casa, son otra fuente del flujo de dinero hacia el país. Las autoridades cobran impuestos a este sipo de transacciones: algunas fuentes dicen que se trata de altos porcentajes de las sumas transferidas.
Según los últimos datos disponibles, más de 50.000 obreros norcoreanos trabajan en 40 países. En Dandong se encuentran 10.000 y trabajan entre 12 y 14 horas al día, siendo el salario máximo de cada uno de ellos en torno a 260 dólares estadounidenses.
El único destino comercial estable
La exportación de bienes de Corea del Norte en el 2015 apenas llegó a 2.830 millones de dólares. En un lustro este índice apenas había crecido un 8,6%. El volumen de importación ese mismo año alcanzó 3.470 millones.
China ha sido durante décadas el socio comercial preponderante. El 85% de todas las importaciones y el 83% de las exportaciones norcoreanas correspondían en el 2015 al gigante asiático. Y también ha sido el único destino comercial estable para Pionyang.
La principal mercancía exportada es el carbón. Es responsable del 34% de todas las exportaciones. Eso significa que en el 2017 la situación económica en Corea del Norte puede empeorar drásticamente, porque el 18 de marzo las autoridades chinas declararon que suspenderían por completo la recepción del carbón norcoreano.
Pekín ha ratificado esta decisión a nivel internacional. La medida busca endurecer la presión internacional sobre Pionyang para que abandone su programa armamentista, que incluye las pruebas nucleares y el desarrollo de varias modificaciones de misiles balísticos.
Lo que le queda a Pionyang
El turismo chino a Corea del Norte está experimentando un auge. Y no es una estimación occidental, sino de una persona enterada en el tema: Cha Yong-hyok, cuya empresa transporta a grupos de turistas por ferrocarril a Pionyang y pronto va utilizar con este fin los nuevos vuelos desde Dandong.
La mencionada industria textil también fue borrada de las herramientas de presión por las autoridades chinas. Eso garantiza que Pionyang tenga una parcial recompensa por las pérdidas que le va a causar la suspensión de las ventas del combustible sólido.
Asimismo, los expertos occidentales suelen menospreciar el creciente mercado interno de Corea del Norte. La economía del pequeño país asiático no es autosuficiente, pero ha experimentado importantes avances en la fabricación de los artículos de consumo masivo y en la construcción. RT ya publicó el mes pasado que el Gobierno de Kim Jong-un está forjando los planes de construcción masiva de viviendas y algunos rascacielos y parte de estos proyectos ya se ha hecho realidad.