Todo sobre el conflicto en la península coreana (le interesará incluso si es un sabelotodo)

Resumimos la historia del conflicto y del programa nuclear norcoreano y detallamos el poderío militar de las dos Coreas para analizar esta escalada de tensión en la zona.

Desde hace varias semanas, la península de Corea vive una nueva y peligrosa escalada de tensión debido a las últimas acciones emprendidas por Washington y la persistencia de Pionyang en continuar con su programa nuclear. 

A continuación, resumimos la historia del conflicto entre Estados Unidos y Corea del Norte en una parte de Asia ya conflictiva de por sí, cuyos países poseen un poderío militar destacado y participan de manera directa o indirecta en los acontecimientos.

Origen del conflicto

Después de 1945, en la península de Corea se formaron dos estados divididos por el paralelo 38: en el norte quedaron las tropas soviéticas y en el sur las estadounidenses.

Las contradicciones entre ambos países y sus aliados —la Unión Soviética y China apoyaban la Corea del Norte, EE.UU. y el Reino Unido a Corea del Sur— condujeron a una sangrienta guerra (1950-1953), en la que murieron más de un millón de personas en cada bando. Ninguna de las partes logró éxitos territoriales o militares importantes y la zona aún conserva la misma división.

El desarrollo de los dos países de esa península siguió caminos muy diferentes: Corea del Sur se convirtió en una sociedad democrática y una nación industrializada, mientras que su vecina del Norte se volvió uno de los países más herméticos, militarizados y económicamente subdesarrollados del mundo.

Además de esta coyuntura, Pionyang está sometida a estrictas sanciones de la ONU y padece otras medidas punitivas adicionales establecidas por EE.UU. y otros países debido al desarrollo de su programa nuclear.

Programa nuclear norcoreano

El programa nuclear de Corea del Norte siempre ha suscitado mucha preocupación fuera de ese país. Estas son las fechas clave de su desarrollo: 

Poderío militar 

Corea del Norte posee 25 millones de habitantes, la mitad que en su vecina del sur, pero dispone de un Ejército con más de 1,2 millones de soldados activos y 7,7 millones en la reserva, una de las fuerzas terrestres más grandes del mundo. Asimismo, posee 200.000 soldados paramilitares altamente entrenados por lo que, en números puros, su ventaja es considerable.

La revista 'Forbes' señala que el equipamiento militar de Pionyang está anticuado, mientras que Seúl cuenta con tanques, vehículos blindados de combate, aviones militares y helicópteros de última generación. Además, en varias bases en Corea del Sur y Japón están desplegados más de 70.000 soldados estadounidenses. Sin embargo, con la capital surcoreana a alrededor de 50 kilómetros de la frontera, el número de piezas de artillería de Corea del Norte podría resultar devastador.

Durante el desfile militar que realizaron el pasado sábado, las autoridades norcoreanas mostraron los últimos avances de su industria militar, desde sistemas de defensa antiaérea hasta lanzacohetes múltiples y misiles balísticos. En particular, sus militares mostraron por primera vez el Pukkuksong-2, un misil balístico para submarinos.

Nueva escalada

Hace dos semanas, el Pentágono ordenó que el portaaviones USS Carl Vinson y su grupo de ataque —un crucero y dos destructores armados con misiles de crucero Tomahawk y, al menos, un submarino nuclear— llegaran hasta las aguas que rodean la península coreana para tratar de disuadir a Pionyang de llevar a cabo sus posibles planes: realizar su sexta prueba nuclear el 15 de abril, 105.º aniversario del nacimiento de Kim Il-sung, fundador del país y abuelo del actual líder, Kim Jong-un.

Los norteamericanos sopesan todas las posibilidades si Pionyang continúa esos ensayos con armas nucleares. Así, el presidente de EE.UU., Donald Trump, escribió en Twitter que "Corea del Norte busca problemas" y Washington puede "resolver el problema" sin China.

Por su parte, los norcoreanos afirmaron que realizarán una nueva prueba nuclear en el momento en que sus líderes lo consideren conveniente y aseguraron que "destrozarán sin piedad" a EE.UU. si llega a atacarles. 

A su vez, Corea del Sur ya se mostró en contra de un potencial ataque estadounidense. El ministro de Unificación de ese país, Hong Yong-pyo, declaró que los ataques preventivos no son una buena idea desde el punto de vista de la seguridad de la población surcoreana.

Finalmente, el vicepresidente estadounidense, Mike Pence, sentenció este domingo que "la era de la paciencia estratégica" había terminado y esta semana ha vuelto a amenazar a Kim Jong-un: "la espada está preparada".