El exjuez, Baltasar Garzón, quien lidera la defensa de Julian Assange, afirmó que EE.UU. estaría desarrollando una investigación secreta no solo contra su representado, sino contra WikiLeaks desde 2010.
"Estados Unidos lleva desde 2010 una investigación secreta contra Julian Assange y WikiLeaks, por sus revelaciones, por el ejercicio de la libertad de expresión, de la libertad de información", señaló el abogado.
A su vez expresó que Assange está contento ―refiriéndose al retiro de las acusaciones por parte de la Fiscalía sueca―, "pero que como bien dijo él 'la guerra comienza ahora', nunca hemos creído que Suecia fuera más que una mera excusa para propiciar la ejecución del ataque a la libertad de expresión".
El jurista manifestó que, siendo su representado un editor perteneciente a la plataforma de WikiLeaks, este "no puede ser perseguido" por los hechos que sacó a la luz pública". "Deberían ser investigados y perseguidos lo hechos denunciados por WikiLeaks", agregó Garzón.
El prominente abogado español explicó que "ese gran jurado existe en Virginia, está actuando en secreto, y no hay formulación de cargos". Y aseguró que "conocemos escasamente algunos aspectos de ese procedimiento por lo que se ha ido filtrando, como la invasión masiva en la privacidad en los correos de WikiLeaks de sus miembros y otras personas según información que nos dio Google, pero al día de hoy realmente no sabemos qué es lo que ocurre y seguimos sumidos en la incertidumbre".
Acusaciones por parte de Londres
Luego de que la Fiscalía suspendiera la investigación preliminar por abuso sexual que pesaba sobre Assange, la Policía británica ha señalado que si el fundador de WikiLeaks abandonaba la Embajada de Ecuador en Londres, sería arrestado, dado que aún enfrenta cargos por evadir la libertad provisional en el Reino Unido.
Sobre estas declaraciones, Garzón manifestó: "Nunca hemos tenido, desde que se produjo el ingreso de Julian Assange en la Embajada de Ecuador en Londres, noticias de que haya algún procedimiento contra él por ese supuesto quebrantamiento de las medidas cautelares a las que estaba sometido".
Y además, subrayó la improcedencia de las acusaciones contra su representado, ya a su criterio, el mismo "no quebrantó ninguna medida cautelar habida cuenta que ingresó en una embajada y le fue concedido un asilo político. Es decir, tiene la condición de refugiado. Y por tanto, al ejercicio de un derecho no se puede contraponer esa situación".
Por otra parte, el abogado añadió que el hecho de que durante más de cinco años las autoridades no realizaran "absolutamente nada", apoya su afirmación. "Es una excusa no dar inmediato cumplimiento a la puesta a disposición con un salvo conducto de Ecuador, que es el país que lo ha acogido. Solo tendríamos que esperar la materialización de la retirada de la orden de detención de Suecia", afirmó Garzón.