El presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, ha asegurado que Occidente usa un doble discurso y que le gustaría establecer contactos más sólidos con Rusia y China. Así explicó el mandatario su visión política a RT y otros medios rusos este fin de semana en vísperas de su visita oficial de cinco días a Moscú, prevista para el 22 de mayo.
Aunque Duterte destacó que no tiene nada personal en contra de Washington, subrayó que su país necesita cambios en la política internacional para desmarcarse de los intereses de EE.UU. "No tengo nada en contra de EE.UU., nos llevamos perfectamente, Trump es mi amigo. Pero mi política internacional ha cambiado respecto a aquella prooccidental", afirmó el presidente filipino, que añadió que ya tiene "relaciones de trabajo" con China y que también espera "establecer buenas relaciones de trabajo con Rusia".
Para justificar esta decisión, Duterte destacó que "el mundo occidental es el del doble lenguaje". Según el mandatario filipino, EE.UU. trata a su país "como si todavía fuera su colonia", si bien recordó que Filipinas "es un país independiente" y subrayó que quiere que lo traten "con dignidad".
Asimismo, Duterte añadió que la diferencia entre Rusia y EE.UU. es que Moscú vende armas y Washington vende "condiciones".