Pionyang continuará reforzando sus armas nucleares para "contrarrestar política agresiva de EE.UU."

Desde la Cancillería del país norcoreano señalan que Washington "está tratando de crear una situación crítica para Pionyang para llevar a cabo sus planes mercantiles".

Corea del Norte ha criticado a países que sin ser aliados de Estados Unidos apoyan su política en el Consejo de Seguridad de la ONU. El vicecanciller Pak Myong-guk ha opinado que los países que "no pertenecen a los aliados de Washington, pero apoyan la política proestadounidense", no saben que las resoluciones de la ONU son "un producto que no tiene ninguna base legal", informa la agencia Tass, que cita al rotativo norcoreano 'Rodong Sinmun'.

Myong-guk opina que Washington "está tratando de crear una situación crítica para Pionyang y así poder llevar a cabo sus planes mercantiles".

Asimismo, Myong-guk ha recordado que Corea del Norte ha pedido reiteradamente a la Secretaría de Naciones Unidas que organice un foro jurídico internacional para discutir la legalidad de las resoluciones que prohíben al país asiático desarrollar armas nucleares y establecen sanciones severas por llevar a cabo lanzamientos de misiles.

Myong-guk ha mantenido que Pionyang "todavía no ha recibido la respuesta" de este organismo. Bajo tales condiciones Corea del Norte "continuará ampliando su fuerza de disuasión nuclear para contrarrestar la política agresiva de Estados Unidos", ha remarcado.

Las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU prohíben a Corea del Norte llevar a cabo cualquier actividad relacionada con el desarrollo de armas nucleares y sus sistemas de entrega, pero Pionyang no reconoce dichos documentos. A principios de este mes, Corea del Norte pidió a los Estados miembros de la ONU no aplicar sanciones impuestas contra el país hasta discutir su base legal en el foro jurídico internacional.

Rusia, a favor de una "solución política y diplomática"

En este contexto cabe recordar que este viernes, el canciller ruso, Serguéi Lavrov, señaló que Moscú y Pekín apoyan la adopción de medidas que impulsarían "la solución política y diplomática del problema nuclear de la península coreana" y "no darían lugar a un aumento de la tensión en la región". Al mismo tiempo ambas naciones abogan por "la completa desnuclearización" de la península.