El Tribunal de la ciudad rusa de Oriol, a 360 kilómetros al suroeste de Moscú, ha arrestado al ciudadano danés Dennis Kristensen por el caso relacionado con los Testigos de Jehová. Contra Kristensen se han presentado cargos por organización de una asociación extremista y ahora se enfrenta a entre seis y diez años de cárcel, informa el portal Vlasti.
Kristensen fue detenido tras los registros realizados en Oriol el viernes 26 de mayo por el Servicio Federal de Seguridad y la Policía. Unos 15 oficiales se personaron a una casa donde se habían reunido los creyentes e informaron que las autoridades habían abierto un procedimiento penal contra la comunidad religiosa.
Las fuerzas del orden registraron las viviendas de los creyentes y se incautaron de libros religiosos, así como de ordenadores portátiles, tabletas y discos duros. Varios hombres, incluyendo a Kristensen, fueron detenidos, pero la mañana del sábado fueron puestos todos en libertad excepto el ciudadano danés.
En abril el Tribunal Supremo de Rusia suspendió las actividades de las 395 comunidades de Testigos de Jehová que existían en todo el país. El órgano judicial determinó que la actividad de la organización religiosa, que cuenta con unos 8 millones de seguidores a nivel mundial, 175.000 de ellos en Rusia, vulnera la legislación rusa en materia de lucha contra las actividades extremistas.
Los Testigos de Jehová prohíben a sus miembros el consumo de alcohol y de drogas, no reconocen las instituciones, ni algunas obligaciones o prácticas civiles como el divorcio, el servicio militar o la transfusión de sangre.