Trump anuncia un plan para privatizar el "anticuado y horrible" sistema de control aéreo de EE.UU.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, planea modernizar el sistema de control aéreo de su país mediante la transferencia de la gestión de un organismo público federal a una organización autofinanciada porque "está atascado terriblemente en el pasado" y es un método "viejo, roto, anticuado y horrible que no funciona", según ha declarado este lunes en la Casa Blanca.
Para justificar esta valoración, el mandatrio norteamericano ha indicado que los retrasos en los vuelos cuestan alrededor de 25.000 millones de dólares al año a la economía estadounidense y que los 7.000 millones que se gastó el Gobierno de Barack Obama para actualizar el sistema no dieron frutos.
Además de la renovación del sistema con el "mejor equipamiento del mundo", la reforma de Trump supondría transferir las operaciones a una corporación "autofinanciada y sin fines de lucro" gestionada por una junta directiva de representantes de los principales aerolíneas, mientras que la Administración Federal de Aviación se mantendría a cargo de la seguridad aérea.
"Más empleos, precios menores"
Este plan se basa en un proyecto de ley propuesto por el congresista republicano Bill Shuster —quien encabeza el Comité de Transporte de la Cámara de Representantes de EE.UU.— y cuenta con el apoyo de las aerolíneas y el sindicato de controladores de tráfico aéreo estadounidenses.
Sin embargo, el colectivo Flyers' Rights, el mayor grupo defensor de los derechos de los pasajeros, asegura que la reforma otorgará a las conpañías aéreas el control sobre un activo público crucial y un poder casi no restringido para "imponer nuevas tarifas y tasas".
Donald Trump ha puesto como ejemplo a Canadá, que hace 20 años mejoró la eficiencia de sus operaciones y redujo costes mediante una reforma semejante, y ha destacado que "hoy hemos dado el primer paso hacia limpiar la pista, crear más empleos, reducir los precios" y disponer de "un transporte mucho, mucho mejor".