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"En este momento hay un empate violento y trágico en Venezuela"
El país sudamericano atraviesa desde hace meses una situación crítica que se ha cobrado más de 60 vidas a manos de la violencia opositora. El sociólogo y escritor Marco Teruggi analiza el presente y futuro de la Revolución bolivariana.
Hace más de cuatro años que Marco Teruggi reside en Venezuela. Sociólogo, poeta, escritor y periodista, este argentino viene narrando los hechos a través de distintos medios de comunicación. De hecho, durante un tiempo trabajó para el Ministerio de Comunas venezolano escribiendo una serie de textos que fueron compilados en el libro 'Crónicas de las comunas: donde Chávez vive'.
En entrevista exclusiva con RT, este cronista de su tiempo da cuenta del contexto actual que atraviesa Venezuela: desde la ofensiva contra el Gobierno orquestada por Washington, pasando por la violencia paramilitar hasta el llamado a la Asamblea Nacional Constituyente y la organización popular, siempre presente.
Un asedio sistemático
Consultado sobre el escenario global y regional en el que se inscribe la situación venelozana, Teruggi no dudó en afirmar que "hoy existe un asedio contra Venezuela", que tiene "entre sus principales componentes una dimensión geopolítica" cuyo "actor principal" es "el imperialismo norteamericano" que busca, ni más ni menos "que el Gobierno venezolano caiga".
Es que "ha existido siempre" un interés de Washington en "recuperar el control directo sobre el petróleo venezolano, como tuvo durante todo el siglo XX". Eso "ha sido una constante desde 1999 y se ha tratado de una injerencia presente de muchas maneras explícitas". Pero, hoy en día, "el control directo sobre los recursos no es posible con el chavismo", explicó Teruggi.
También resaltó el peligro que suponen para EE.UU. las inversiones chinas y rusas en el país, lo cual ha sido denunciado por los propios estadounidenses. Entonces, "si bien hoy se ve la emergencia violenta del asedio, se viene trabajando con antelación", aseguró. Y explicó que "estamos frente a una política sostenida, pensada y financiada desde los EE.UU., que hoy encuentra un nuevo modo de intentar sacar por la fuerza al Gobierno electo democráticamente".
El golpe permanente
Teruggi coincide con los análisis que marcan una nueva etapa en la Revolución boliviariana desde la muerte de Hugo Chávez y la elección de Nicolás Maduro como presidente en 2013. "A partir de ese año, existe la decisión de la derecha venezolana —subordinada políticamente a EE.UU.— de terminar con la experiencia del chavismo en el Gobierno", afirmó.
Desde ese momento se realizó "una lectura" de que, con la muerte de Chávez y la caída de los precios del petróleo, "el Gobierno quedó frágil". Partiendo de ese análisis, "han puesto en marcha una estrategia de golpe permanente que tiene distintos niveles".
Uno de estos tiene que ver "con lo invisible, con la trama económica" y es donde han "golpeado fuerte y de manera constante". La derecha política, en connivencia con el empresariado, ha provocado "desabastecimiento de productos y aumento de precios" con el objetivo de generar "un distanciamiento entre las clases humildes y el Gobierno chavista". "Ese es un tiempo del golpe y el otro tiene que ver con la violencia, que es periódica en Venezuela", apuntó el sociólogo.
"La lectura que hacen ellos [la derecha] es que las condiciones desarrolladas por la guerra ha madurado lo suficiente como para intentar una salida por la fuerza convocando a la sociedad", analizó. No obstante, el problema es que en cada una de las oportunidades que buscaron eso no lograron "traccionar a su llamado a los sectores populares". Así, se ha puesto en tensión su estrategia y se demuestra "una y otra vez la profundidad de lo que significa el proceso revolucionario en Venezuela".
La crítica dentro de la revolución
Una pregunta que ronda el momento actual es: ¿Cuáles son los márgenes para la crítica? Lejos de la obsecuencia, Teruggi ha denunciado desde su lugar el burocratismo y la corrupción en el Gobierno venezolano. Sin embargo, aseguró que "en este momento que estamos ante una insurrección armada de la derecha, que ha desplegado en el territorio acciones paramilitares", esas críticas y debates "no es que desaparezcan, pero pasan a un plano muy medido dado el peligro real que que existe hoy de perder el poder político".
El bloque chavista "es y ha sido heterogéneo, se ha caracterizado por tener varias miradas acerca de la Revolución" y tiene en su interior "contradicciones" e, incluso, "intereses diferentes". "Esto es muy claro cuando uno se mete en las experiencias populares, comunales", ya que se trata de "la trama que tiene que ver con el proyecto estratégico, que sigue siendo como lo planteaba Chávez: construir una sociedad no capitalista", afirmó.
Mientras, existe otro sector "más ligado a la cuestión estatal", que ve en el "partido único y acuerdos con la burguesía" una forma de "pensar la transición".
¿Quién ejerce la violencia?
Estando fuera del país, resulta muchas veces complicado entender qué es lo que realmente está pasando. Sobre todo, a partir de una visión opaca y distorsionada de los grandes medios de comunicación. Entonces, la violencia es puesta casi siempre del lado del Gobierno aunque, paradójicamente, la mayoría de las víctimas sean quienes lo defienden.
"Existe el error de creer que estamos ante manifestaciones pacíficas, como lo quieren presentar los medios e incluso algunos intelectuales ligados al progresismo y la izquierda", disparó Teruggi. Hace un mes, "estábamos ante un cuadro de 'guarimbas' clásicas con cortes de ruta, bombas molotov y asesinatos con francotiradores", explicó.
Pero ahora, analizó, se dio "un salto en esta estrategia" producto de varias razones: "No lograron el apoyo de los sectores populares" ni de las Fuerzas Armadas, que "se han mantenido leales al Gobierno" y, como "están dispuestos a ir hasta el fondo", necesitan generar "condiciones para el quiebre democrático".
Aunque poco difundidos, Teruggi remarcó los "ataques de índole militar" como cuando, "en un día, solamente en el Estado Barinas atacaron ocho estaciones de Policía". Este despliegue de "formas de violencia armada en el territorio" intentan "demostrar la debilidad del Estado, sembrar terror en la población y ocupar de manera relámpago zonas del país".
La salida a través de la organización
Para el intelectual, "en esta situación crítica" caracterizar al Gobierno "como autoritario" es "absolutamente erróneo y no da ningún tipo de indicio de cómo resolver los problemas". En ese aspecto, "la alternativa principal" a la violencia "la puso Nicolás Maduro con la convocatoria a la Constituyente, intentando traccionar la política de nuevo al debate y no a la confrontación directa".
De este modo, se ha puesto en marcha "un gran proceso de participación popular" para que la ciudadanía pueda "organizarse, debatir, criticar y hacer propuestas y la derecha quede aislada en su violencia", pero "hay que ver si funciona" aunque, "por ahora, hay buenos indicios, ya que ha habido miles de anotados para ser candidatos".
El día donde se verá "si esto ha surtido efecto" es el 30 de julio, "cuando se elijan los constituyentistas". Teruggi es claro: "En este momento hay un empate violento y trágico. La derecha ha optado por el paramilitarismo para romperlo y el chavismo por la Constituyente".
Para "superar la crisis" hay que trabajar en "dos niveles": el que genera "la derecha" y también "el interior de la Revolución". Esto último significa "volver a construir mayorías, aceptar errores, escuchar a la gente y volver a reconstruir desde las bases y sectores populares, donde el chavismo se hizo fuerte y emergió", concluyó.
Santiago Mayor
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