¿Puede Latinoamérica convertirse en una superpotencia energética mundial y superar al golfo Pérsico?
A pesar de la vasta riqueza de hidrocarburos que poseemos en nuestro planeta, sus reservas son limitadas. Por ello, la gran mayoría de las naciones del mundo están trabajando en la optimización y creación de nuevos procesos tecnológicos para maximizar no solo las energías no renovables sino para proyectar un futuro donde las energías verdes jueguen un mayor papel. Los países de América Latina no son la excepción. Los portavoces de estas naciones en el evento Expo Astaná 2017, que se desarrolla en la capital kazaja bajo el eslogan Energía del Futuro, brindan, en entrevista con RT, detalles sobre las potencialidades y sus planes para la seguridad energética mundial.
De acuerdo a la transnacional British Petroleum (BP por sus siglas en inglés), las reservas mundiales probadas de petróleo son suficientes para asegurar el consumo mundial solo unos 51 años, mientras que las de gas podrían satisfacer la demanda global apenas un año más con la condición de que se mantenga la presente tasa de producción.
Estas cifras y el problema del cambio climático son retos que los gobiernos, empresas, instituciones y resto de actores de la economía mundial afrontan en estos momentos.
¿Recursos no renovables para el futuro?
Según datos de la consultora global Mckensey, los combustibles fósiles continuarán su dominio en el mercado energético mundial. El porcentaje de los combustibles fósiles en la balanza global será de un 74% para 2050, lo que refleja la importancia de los recursos no renovables en el futuro próximo de la economía mundial.
La región latinoamericana, poseedora de grandes reservas de hidrocarburos, se ubica en la segunda posición del mundo en cuanto a sus reservas de petróleo y cuenta además con importantes reservas de gas. En estos momentos México, Venezuela y Brasil, entre otros países de la región, registran destacados niveles de exportación de hidrocarburos. Según datos de BP, alcanzaron en 2016 casi 4,7 millones de barriles de petróleo diarios, o lo que es lo mismo, cerca del 5% del consumo mundial de crudo.
El comisionado de la República Bolivariana de Venezuela en la Expo Astaná 2017, el general en jefe y embajador en Teherán, Jesús González González, manifestó que su país "cuenta con la primera reserva certificada de petróleo del mundo, 298.000 millones de barriles de petróleo". "Todo el mundo reconoce que somos la primera reserva petrolera del mundo y contamos con unas importantes reservas de gas, la primera del continente y la séptima del mundo", recordó. "Es muy probable que al certificar los proyectos exploratorios [proyectos de gas] que tenemos, logremos ocupar un puesto de mayor importancia en el mundo", aseguró el embajador venezolano en Irán. "Esto hace suponer que nuestro negocio energético va a estar fundamentalmente dirigido a combustibles fósiles como el petróleo", añadió el comisionado de Venezuela en la exposición de la capital kazaja.
Hoy día Venezuela desarrolla el proyecto petrolero de mayor envergadura del planeta, el desarrollo de la Faja Petrolífera del Orinoco Hugo Chávez. Según datos de la Administración de Información Energética de EE.UU. (EIA), las reservas de la Faja Petrolífera del Orinoco Hugo Chávez podrían alcanzar los 513.000 millones de barriles de petróleo, lo que superaría el volumen de las combinadas de Arabia Saudita, Irán y Catar. Varias de las mayores corporaciones del mundo desarrollan empresas mixtas con la estatal petrolera venezolana PDVSA, como la Francesa Total, la noruega Statoil o la estatal rusa Rosneft entre otras.
América Latina, a la conquista de las energías renovables
La participación de las energías alternativas en el conjunto mundial está creciendo considerablemente, a un ritmo del 7% anual, y supondrá un 7% del consumo global de energía para 2035, muy por encima del 3% que ostentaba en 2015.
En torno a este importante sector energético, la subcomisionada de la delegación mexicana en la Expo Astaná 2017, Alessa Johana Fajardo Landaverde, declaró a RT que su país viene desarrollando desde 2013 una reforma energética que tiene como objetivos principales "elevar la productividad energética para detonar el crecimiento económico", reducir los costos de los servicios, promover la inversión e impulsar las energías limpias. "Para el año 2024 tenemos una meta del Gobierno, que es alcanzar una participación del 35% en la generación total de electricidad con energías limpias", añadió Fajardo.
En este sentido, el director general del organismo del Gobierno federal ProMéxico, Paul Carreño King, recalcó en un comunicado oficial que su país es "uno de los principales del mundo en la producción de energía a partir de recursos geotérmicos". "Recientemente se dio a conocer que nuestro país ocupó la quinta posición a nivel global en este sector. Igualmente, México es la tercera economía con mayor potencial de inversión en energía solar a nivel global. Todo esto ha permitido que las fuentes renovables representen un cuarto de la capacidad total de generación eléctrica en el país", afirmó.
El interés por el desarrollo de las energías renovables en Latinoamérica no es algo nuevo. Ya en la década de 1970 y durante la crisis del petróleo se observó un auge en los planes de desarrollo de energías alternativas con el establecimiento del programa de biocombustibles ProÁlcool en Brasil en 1975 y de las leyes sobre energía geotérmica en Costa Rica en 1976 y en Nicaragua en 1977.
Uno de los representantes de la delegación de Honduras, Alejandro Velásquez Cervantes, manifestó que su país posee actualmente una matriz energética donde están ganando cada vez mayor importancia el componente solar e hidroeléctrico, teniendo como principal represa generadora de energía la hidroeléctrica de cajón.
Velásquez expresó que "los últimos 5 años los recursos no renovables han logrado cambiar la matriz energética, por lo cual Honduras está apuntando a dejar de depender de la energía fósil y empezar hacer el buen uso de los recursos que tenemos". A su vez, añadió: "Honduras es un país con un 75% [de su superficie] de bosques, lo que nos da una gran riqueza hídrica y también para tener plantas fotovoltaicas y eólicas".
América del Sur y su 'triángulo del litio'
América del Sur cuenta con las mayores reservas de litio del mundo. Las estimaciones son dispares y van desde el 58% hasta el 96% del total conocido. Sin embargo, nadie pone en duda que allí está el futuro del llamado 'oro' o 'petróleo blanco'.
En las últimas dos décadas, el precio de este metal alcalino ha subido de forma exponencial. Según reseña el diario digital El Confidencial, "una tonelada de litio se cotizaba a 1.670 euros en 1998", mientras que a comienzos de 2017 se pagaban "hasta 8.600 euros".
Interpelado sobre el potencial energético, el comisionado del Estado Plurinacional de Bolivia, Rafael González Alemán, señaló que entre las oportunidades energéticas de su país destaca el importante papel del salar más grande del mundo, el de Uyuni, con que esperan desarrollar el litio, para industrializar el país.
A su vez, González acotó que "Bolivia es un país con una diversidad geográfica muy amplía, por ellos tiene potencial para desarrollar desde energía eólica, hidroeléctrica y geotérmica entre otras", incluidas considerables reservas de gas, que le hacen ocupar "el segundo lugar de la región".
Algo en común que expresan todos los entrevistados es el creciente peso energético de la región en el mercado energético mundial. El general en jefe y embajador de Venezuela en Irán, Jesús González González, explica que hay que dejar claro que el proceso de desarrollo de energías limpias no es tan inmediato como uno quisiera. "Que la energía eólica o la energía solar vaya a sustituir al petróleo, la hidroeléctrica o el gas en un periodo perentorio no es verdad", admite.
En definitiva, Latinoamérica cuenta no solo con unas gigantescas reservas de hidrocarburos, sino además con enormes fuentes hidroeléctricas, minerales (como el torio, el litio o el uranio entre otros) y privilegiadas características geográficas, que en conjunto pueden convertir en el futuro a América Latina en una superpotencia en los mercados energéticos.
Henry Jose Machuca Navarro