¿Pueden los misiles hipersónicos chinos hundir portaviones estadounidenses?
El analista en temas de defensa Kris Osborn sostiene en un artículo publicado en 'The National Interest' que la Marina estadounidense podría tener serios problemas con el desarrollo por parte de China de misiles supersónicos. La principal amenaza es respecto a los portaviones, ya que estos se desplazan a velocidades muy bajas.
Osborn destaca la existencia de programas de países como China, con su misisl DF-ZF, y Rusia, que desarrollan actualmente armamento hipersónico, y añade que existe una tendencia notoria y un interés de otras naciones en ostentar tecnologías hipersónicas. Por ello, la Fuerza Aérea de EE.UU. está acelerando sus programas de ese tipo de armas, con el objetivo de contrarrestar cualquier amenaza.
Armamento hipersónico ante las posibles amenazas
Según fuentes militares citadas por el experto, mientras que un misil de crucero viaja a una velocidad de 956 kilómetros por hora, las armas hipersónicas serán capaces de alcanzar velocidades de más de Mach 5 (5 veces la velocidad del sonido).
En ese sentido, Estados Unidos ha venido progresando desde hace varios años en el desarrollo de aeronaves y misiles hipersónicos, agrega Osborn. Entre los nuevos armamentos, el analista destaca el X-51 Waverider, que fue capaz de viajar a velocidades hipersónicas.
Como parte de su análisis, Osborn detalla, citando al jefe científico de la Fuerza Aérea de EE.UU., Geoffrey Zacharias, que los vuelos no tripulados de vigilancia de aeronaves a velocidades hipersónicas podrían ser una realidad para el año 2030, y su uso múltiple no será posible sino hasta 2040.
"Dado que los vehículos hipersónicos pueden viajar en una trayectoria de vuelo de tipo parabólico, que se elevan muy alto en la atmósfera para alcanzar velocidades supersónicas antes de regresar a altitudes más bajas, el desarrollo de aviones no tripulados recuperables es mucho más difícil dado el nivel de autonomía y reingreso necesario para los vehículos hipersónicos al descender", señala el experto.
Osborn concluye su análisis afirmando que las ventajas de vuelo de un avión hipersónico no tripulado serían principalmente la velocidad y el aumento del poder de destrucción.