Este lunes, el viceministro de Exteriores de Siria, Faisal Mekdad, ha afirmado que Estados Unidos "debe estudiar minuciosamente las posibles acciones de Damasco y Moscú como respuesta a cualquier nueva agresión" contra su país.
La semana pasada, la Casa Blanca acusó al presidente de Siria, Bashar al Assad, de preparar un nuevo ataque con armas químicas que "probablemente resultaría en el asesinato masivo de civiles, incluidos niños inocentes". Además, Washington advirtió que, en el caso de que decidiera llevarlo a cabo, el Gobierno sirio "pagará un alto precio".
"Siria eliminó todas sus armas químicas"
Varios medios de comunicación opositores sirios indicaron este 1 de julio que 30 militantes se habían intoxicado con gas cloro en el suburbio damasquino de Ein Tarma, mientras que el Ejército sirio aseguró que esa información era falsa.
Al respecto, Mekdad ha reiterado que "Siria eliminó todas sus armas químicas" y ha recordado que eso es así desde que destruyó todos sus almacenes con armamento de ese tipo en 2014. Además, ha subrayado que el proceso estuvo supervisado por especialistas internacionales y representantes de los países occidentales, entre ellos EE.UU., quienes confirmaron que el país árabe cumplió con todos sus compromisos.
Por su parte, Rusia tildó de "inadmisibles" las amenazas de EE.UU. "contra el Gobierno legítimo de Siria" y alertó sobre las posibles provocaciones de los grupos extremistas.
Después de que el colectivo internacional liderado por EE.UU. derribó un bombardero sirio en la provincia de Raqa el mes pasado, el Ministerio de Defensa de Rusia prometió que sus defensas antiaéreas desplegadas en Siria seguirán a todos los aviones de la coalición en las zonas donde opera la Fuerza Aérea rusa contra los terroristas del Estado Islámico y otros grupos extremistas.
Sin razones morales ni políticas
El 4 de abril se produjo un incidente químico en Jan Sheijun (Idlib, Siria) durante los combates entre las fuerzas gubernamentales y la oposición armada, que controlaba la ciudad. La acción se cobró decenas de vidas, entre ellas niños, y dejó numerosos heridos.
Faisal Mekdad indicó que Washington se opuso al envío de un grupo de expertos a Jan Sheijun para investigar el posible uso del gas sarín y, a cambio, acusó sin pruebas a Damasco de utilizar armas químicas y 'castigó' a Siria con su primer ataque militar tres días después.
Al respecto, el alto funcionario sirio ha asegurado que esa "agresión" a la base aérea de Shairat, crucial para la operación antiterrorista de Siria, no tuvo "razones morales ni políticas".