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El mayor buque de la Armada británica se queda sin protección
Un alto cargo naval de Reino Unido asegura que la renovación de la flota de fragatas antisubmarinas resulta "vital para la seguridad nacional".
La semana pasada, Reino Unido botó el portaviones Queen Elizabeth en unos astilleros de Escocia y puso de relieve un problema: la Armada británica no posee fragatas antisubmarinas para proteger a su buque más grande y potente.
Por este motivo, el secretario de Defensa de ese país, Michael Fallon, ha anunciado que Londres ha firmado un contrato por 4.420 millones de dólares con la compañía BAE Systems para construir de las primeras tres fragatas de alta tecnología Tipo 26, informa 'Financial Times'.
Con siete meses de retraso, la intención del Gobierno de Theresa May es reemplazar la vieja flota británica de fragatas Tipo 23 con nuevas naves capaces de realizar distintas misiones, desde librar combates de alta intensidad hasta ofrecer ayuda humanitaria.
El almirante Philip Jones, primer lord del Mar y jefe del Estado Mayor Naval de Reino Unido, ha destacado que la fragata Tipo 26 resulta "vital para la seguridad nacional" porque será "uno de los cazadores de submarinos más silenciosos y potentes de cualquier Armada" y tendrá "el papel crucial de proteger nuestros elementos de disuasión nuclear y nuestros dos nuevos portaaviones".
El nuevo portaviones británico, que posee un desplazamiento de 65.000 toneladas, tiene que navegar acompañado con un grupo compuesto por alrededor de 10 buques —entre ellos petroleros, destructores, fragatas de escolta y submarinos—, que llevan a cabo tareas antiaéreas y de defensa antisubmarina.
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