Cuando el pasado 4 de julio Corea del Norte probó con éxito su supuesto primer misil balístico intercontinental, el Ejército de Estados Unidos vigilaba tanto el lanzamiento como al líder norcoreano, Kim Jong-un, que caminaba y fumaba a pocos metros de la base del Hwasong-14.
Un funcionario estadounidense reveló a Fox News que Washington siguió cómo los norcoreanos se prepararaban para el lanzamiento y alimentaban el misil con combustible líquido. Por su parte, 'The Diplomat' precisó que EE.UU. observó la plataforma de lanzamiento durante los 70 minutos anteriores a la prueba.
Sin embargo, el Pentágono explicó que el Ejército de EE.UU. no empleó un escudo de defensa antimisiles porque no suponía una amenaza para su territorio, mientras que si lo hubiera utilizado habría puesto en riesgo el transporte comercial aéreo y marítimo en la región.
"Una clara oportunidad para matar a Kim"
Rodger Baker, analista de la empresa de estudio geopolítico Stratfor sobre Asia y el Pacífico, reveló a Business Insider que las fuerzas norteamericanas tuvieron un "una clara oportunidad para matar a Kim y no lo hicieron".
En su opinión, aunque es "bastante normal que EE.UU. no derribe el misil antes del lanzamiento"—pues podría haber desencadenado un conflicto mucho mayor—, resulta "inusual" que admita que observó todo el proceso o, al menos, que no logre impedir que esa información se filtre a los medios.
Al permitir que Pionyang sepa que siguió todos los preparativos de una de las pruebas de misiles más provocativas, Baker considera que Washington podría haber enviado dos poderosos mensajes.
Por un lado, EE.UU. habría demostrado que no tiene intención de matar a Kim a la menor oportunidad, con lo cual Corea del Norte no tendría "necesidad de continuar" el programa de misiles.
Por otro, si el país asiático sigue adelante con esa iniciativa, los estadounidenses podrían "atacar y asesinar a Kim Jong-un" pues, aunque Corea del Norte intenta esconder sus puntos de lanzamiento, EE.UU. no pierde la pista y las imágenes siempre muestran a mandatario norcoreano cerca.
"Solo el autocontrol contiene la guerra de EE.UU. contra Corea del Norte"
Quizás para subrayar este mensaje, las tropas de EE.UU. y Corea del Sur arrojaron misiles en aguas surcoreanas en una demostración de fuerza tras el lanzamiento norcoreano.
Asimismo, la representante de EE.UU. ante la ONU, Nikki Haley, afirmó que Washington está preparado para utilizar la opción militar con vistas a evitar la amenaza nuclear de Corea del Norte.
En la misma línea, el responsable de las tropas estadounidenses en Corea del Sur, el general Vincent Brooks, aseveró que solo "el autocontrol" aparta a Washington y Seúl de la guerra contra Pionyang.
- Este 4 de julio, Corea del Norte probó con éxito su supuesto primer misil balístico intercontinental, el Hwasong-14, un proyectil que podría alcanzar Alaska y amenazar a EE.UU.
- El secretario de Estado de EE.UU., Rex Tillerson, condenó enérgicamente ese ensayo y aseguró que Washington "nunca aceptará a una Corea del Norte con armas nucleares".
Por su parte, Kim Jong-un anunció que Corea del Norte "no discutirá la cuestión de las armas nucleares y de los misiles balísticos en una mesa de negociación ni renunciará al fortalecimiento de sus fuerzas nucleares hasta que EE.UU. no ponga fin a su política hostil hacia Pionyang".