"La comparación entre el EI y los grupos violentos de Venezuela es perfectamente legítima"
La violencia de la oposición venezolana se ha incrementado este año como nunca lo había hecho hasta la fecha. Han prendido fuego a personas solo por el mero hecho de presuponer que simpatizaban con el Gobierno, se han llevado ataques a cuarteles militares, e incluso se arrojaron granadas sobre edificios públicos desde un helicóptero.
Este tipo de actos terroristas han llevado al escritor y periodista mexicano Luis Hernández Navarro a calificar a los grupos de choque venezolanos como "los aprendices tropicales de ISIS", siglas utilizadas en su día por el Estado Islámico.
"La derecha latinomericana tiene una larga tradición terrorista" y "no hay pueblo en el continente que no la haya sufrido", sostiene Hernández Navarro. Sin embargo, "la oposición venezolana la ha innovado y superado con creces. Sus asesores han aprendido del ISIS", añade.
Terrorismo a la venezolana
La derecha latinomericana tiene una larga tradición terrorista
Julián Aguirre, especialista en Medio Oriente y coautor del libro 'ISIS, el ejército del terror', es de origen argentino y reside en Venezuela. En diálogo con RT, apuntó que "por más forzada que parezca la comparación entre el ISIS y los grupos violentos acá en Venezuela, es perfectamente legítima".
El especialista remarca que esta similitud se aprecia "sobre todo en los últimos dos meses", conforme "ha crecido la frustración" de parte de la oposición venezolana "ante la imposibilidad de cumplir con su objetivo de forzar la salida prematura del Gobierno", lo que ha derivado en "una radicalización de los grupos violentos".
"Han empezado a refinar sus métodos en relación a los hechos de violencia que se dieron en 2014 o 2016", sostiene Aguirre, subrayando que "sistematizaron su metodología" con la intención de "construir una identidad".
Por ejemplo, el hecho de prender fuego a personas "comenzó como un episodio inusual y aislado", pero luego "fue replicado". "Esto tiene que ver con realizar acciones que funcionen como firma, que sean reconocibles y tan conmocionantes como terroristas", añade.
Un método calculado
Para Aguirre, este tipo de acciones no suponen exabruptos, sino que "se enmarcaron en la estrategia de deslegitimar a la elección a la Asamblea Nacional Constituyente, donde la participación era fundamental". Estos grupos buscan "golpear la participación y la moral de la población". Se trata de "atacar al chavismo en sus bases sociales y, sobre todo, disuadir a referentes y militantes sociales a la hora de manifestarse en apoyo al Gobierno", defiende.
Las acciones de "violencia extrema" hablan también de "la degradación del tejido social", opina el analista. "Para mí, hay un método calculado. No es solo un estallido impulsivo", sentencia.
En ese sentido, se trata de "acciones de guerra psicológica y de terrorismo que buscan condicionar las actitudes de la población". Además, destaca que "usan las redes sociales para difundirse y actúan sobre los patrones de comportamiento de la comunicación de hoy en día, donde la imagen es todo, incluso más que el contenido".
"Contamos con grupos que, quizás, no son representativos de toda la oposición, pero que hacen del terror un arma y método de acción sistemática todos los días", concluye.
Santiago Mayor