Barcelona tras el atentado: ¿Cuál es la forma de asumir un hecho tan doloroso?
Tras el atropello masivo perpetrado el pasado 17 de agosto en Barcelona en el céntrico paseo de Las Ramblas, que dejó al menos 13 muertos y más de 100 heridos, la Policía continúa con la investigación de los hechos.
El conductor de la furgoneta que atropelló a la multitud y el autor material del atentado ya fue identificado como Younes Abouyaaqoub, de 22 años y origen marroquí. Se reporta que podría haber abandonado el territorio español, por lo que se ha lanzado una orden de detención internacional sobre él.
El corresponsal de RT Francisco Guaita ha recopilado las reacciones de los habitantes de Barcelona, que intentan recobrar la normalidad en los primeros días tras los ataques y nos informa de cómo se recuperan tras la tragedia. ¿Cúal es la forma de asumir un hecho tan doloroso? ¿Cuál es la mayor amenaza a la sociedad tras un atentado?
La reacción instantánea de la sociedad española fue dar un paso al frente. Muchos locales destacaron que no tuvieron miedo y no lo tienen ahora. Pero lejos de la multitud, hay quienes no esconden su temor. Anais Ansari, testigo del atentado, volvía solo unos días después al lugar en el caminaba con sus amigas cuando ocurrió la tragedia, un lugar donde no habría querido estar nunca.
"Pensé: me muero. Me voy a morir. No se qué hacer. Cómo reaccionar. Se me paró el corazón hasta que nos cogimos las tres amigas de la mano y nos metimos en una tienda", recuerda la joven, de padres iraníes, a quien le reconforta ver la entereza de la sociedad catalana.
Anais se siente afortunada de haber sobrevivido, pero admite que "aún es pronto para decir que no tiene miedo". "Sigo temblando al salir a la calle y al estar en este lugar me entran recuerdos y me es muy duro. Muy duro", afirma la muchacha.
El dolor
Tras los atentados, decenas de miles de ciudadanos se echaban a la calle, algunos para sacudir su conmoción, otros para reivindicar a las víctimas. Ana y Lolin, ciudadanas catalanas, decidieron ofrecer abrazos en el sitio exacto donde ocurrió el atentado.
"Me decían: 'yo soy de aquí, soy de aquí y el dolor que siento es muy grande'. Cuando pasa, te das cuenta realmente de lo que hay. El apoyo. Un simple comentario o un simple abrazo", recalca Ana Gil.
Tras la tragedia, el ayuntamiento fue durante dos días un continuo goteo de solidaridad. Miles de personas formaban una auténtica cadena humana para escribir a las víctimas y familiares sus condolencias en medio del dolor.
Dolores, otra ciudadana catalana, recuerda que la sensación que tuvo en aquel momento era "como si hubieran matado a alguno de mi familia o a un hijo".
El atentado genera durante los primeros días un apoyo y empatía hacia la víctimas. Ana Muerda, psicóloga de la Cruz Roja, aseguró que "se da un efecto de la sociedad y de la ciudadania que fundamentalmente se vuelcan con las personas afectadas y se da una unidad entre toda la sociedad".
El perdón
El domingo a primera hora, se celebraba en la Sagrada Familia una misa por la paz. Los atentados en España dejaron a muchos ciudadanos un vacío de respuesta: ¿por qué han sido capaz de hacer eso a gente inocente?
El cura Josep Peguera recordó al respecto que "el perdón siempre es necesario, porque libera", aunque admitió que es algo sobre lo que es "muy difícil de hablar en estas circunstancias".
Eliazán Atencio González, testigo del atentado, un peruano que lleva quince años viviendo en Barcelona, dice que el odio no es la solución, y a pesar del terror vivido afirma que le pide a Dios "que perdone a esa gente".
Las Ramblas se han convertido en un gran homenaje de mensajes, velas y flores hacia las víctimas. Barcelona, poco a poco, va recobrando el pulso ordinario de la ciudad entre un sinfín de sentimientos y emociones que solo el tiempo podrá poner en su lugar.
Atacadas varias mezquitas en España
Después de los atentados en Cataluña se han registrado varios ataques a mezquitas en España. El politólogo español Eduardo Luque Guerrero ha comentado a RT estas muestras de islamofobia.
Según el experto, aunque el odio que se ha despertado tras de los atentados no tiene capacidad de dividir a la sociedad española, pero reconoce que sí va a provocar "un repunte de la islamofobia en el sentido de rechazar aún más a una parte de la sociedad" y un "rebote también a todas aquellas personas que no son originarios del país".