El viceministro de Defensa de Rusia, Yuri Borísov, ha asegurado que su país ha cerrado contratos con los astilleros nacionales Pella y Zelenodolsk para recibir varias corbetas del proyecto Karakurt, portadores de misiles de crucero Onix y Kalibr, informa RIA Novosti.
Borísov ha confirmado esta operación durante el foro internacional militar Ármiya 2017 [Ejército, en ruso], que se celebra en el parque militar Patriot de Kúbinka (Moscú, Rusia) del 22 al 27 de agosto, aunque no ha concretado ni el importe del acuerdo ni la cantidad de buques que incluirá.
Sin embargo, este viceministro ruso ha subrayado la importancia del pacto porque estima que esas naves "fortalecerán la capacidad de ataque" de todas las flotas de Rusia "en la zona naval cercana" a las costas rusas.
Esas pequeñas y sigilosas corbetas del proyecto 22800 solo tienen 800 toneladas de desplazamiento, pero ofrecen grandes posibilidades porque portarán sistemas antiaéreos y van armadas con ocho lanzaderas de misiles de crucero del sistema Kalibr-NK.
Esta iniciativa fue lanzada en 2015 tras el contundente éxito de otros buques de esa clase en la operación contra el Estado Islámico en Oriente Medio, cuando mostraron su alcance y precisión al lanzar misiles desde el mar Caspio y a través del territorio de Irán contra los objetivos terroristas en Siria.