Seis aviones militares de EE.UU. y cuatro cazas surcoreanos han efectuado este lunes ejercicios militares en Corea del Sur, simulando bombardeos, informa la agencia Yonhap citando a un alto cargo bajo condición de anonimato. Las maniobras buscan enviar "una advertencia" a Pionyang por sus "recientes provocaciones", según la agencia.
En el marco de las maniobras, dos bombarderos estratégicos B-1B despegaron de su base aérea estadounidense en Guam y se encontraron con cuatro cazas F-35 estadounidenses, basados en Japón, sobre la península de Corea, después de lo cual regresaron a sus bases.
Otros cuatro cazas F-15K surcoreanos también participaron en los ejercicios.
Intercambio de misiles
El pasado 15 de septiembre Corea del Norte volvió a lanzar un misil balístico Hwasong-12, que cayó en el Pacífico tras cubrir una distancia de unos 3.700 kilómetros y alcanzar una altura máxima de 770 kilómetros. El proyectil sobrevoló territorios japoneses, pero ni Tokio ni Washington intentaron interceptarlo.
Al término de la exitosa prueba, el líder norcoreano Kim Jong-un declaró que el país se encuentra cerca de "completar su fuerza nuclear, a pesar de las ilimitadas sanciones y bloqueos", y precisó que el "objetivo final es lograr una verdadera paridad de fuerzas con EE.UU.".
En las dos semanas transcurridas desde la última y más potente prueba nuclear de Corea del Norte, efectuada el pasado 3 de septiembre, el Consejo de Seguridad de la ONU y EE.UU. adoptaron por separado varias medidas restrictivas para frenar el programa armamentístico de Pionyang.
Paralelamente, Washington, Seúl y Tokio buscan amedrentar a Pionyang con su poderío militar. Tras conocerse la última prueba de misiles norcoreana, Corea del Sur lanzó dos misiles Hyunmoo-2 de fabricación propia, mientras que Nikki Haley, representante permanente de EE.UU. ante la ONU, ha afirmado que se tendría que considerar una acción militar.