"Sangre de la tierra": ¿Iniciará Bagdad una guerra petrolera tras el referéndum de Kurdistán iraquí?
Bagdad no negociará con las autoridades del Kurdistán iraquí un referéndum de independencia "unilateral e inconstitucional", afirmó este martes el primer ministro iraquí, Haidar al Abadi, informa Reuters.
"Este referéndum representa un peligro para todos los iraquíes y va a poner en peligro los intereses de los países de la zona", añadió el primer ministro, quien este lunes instruyó al Ejército para garantizar la seguridad de las poblaciones controladas por los kurdos. Mientras, el Parlamento iraquí aprobó el traslado de varios batallones a las zonas disputadas entre Bagdad y Erbil, así como el bloqueo de todos los puestos de control en la frontera con la región autónoma.
Este 25 de septiembre, el Kurdistán iraquí celebró un referéndum sobre su separación de Irak. Bagdad considera ilegales esos comicios, que fueron suspendidos el pasado 18 de septiembre por el Tribunal Supremo. Según resultados preliminares, el 'sí' ganó con una abrumadora mayoría de más del 90 % de los votos.
Protesta internacional
Los planes de independencia del Kurdistán iraquí han provocado una dura reacción de varios países. La Liga de Estados Árabes calificó el referéndum de ilegal y apoya la integridad territorial de Irak. Irán y Turquía también instaron a los kurdos iraquíes a desistir de esa idea. La iniciativa de Erbil, capital de la región kurda, ha sido asimismo recibida con frialdad en EE.UU., que considera que el plebiscito sólo desestabilizará aún más la región y podría fortalecer a la organización terrorista Estado Islámico.
Una particular preocupación ha mostrado Ankara, que amenaza con una intervención militar para "proteger a los turcomanos", un pueblo túrquico que vive en territorios de la región autónoma del Kurdistán iraquí. El principal motivo de la disputa entre turcomanos y kurdos es la provincia de Kirkuk. Los primeros, respaldados por Turquía, rechazan la transición de esas tierras a manos de los segundos.
Difícil elección para Ankara
Además, Turquía ha amenazado a Erbil con sanciones, y una de las medidas punitivas sería el bloqueo al tránsito de petróleo desde el Kurdistán iraquí. "Bagdad debe controlar el comercio del petróleo", afirmó el Gobierno turco. Al mismo tiempo, las Fuerzas Armadas iraquíes y turcas iniciaron ejercicios militares a gran escala en la frontera entre los dos países. Una medida similar es llevada a cabo por Irán.
Sin embargo, Ankara no siempre ha tenido ese punto de vista, ya que antes del referéndum ayudaba a los kurdos iraquíes a exportar el crudo esquivando el control de Bagdad. Los hidrocarburos extraídos en la zona llegaban al mercado internacional haciendo tránsito por territorio turco, lo que permitió a Erbil no depender de Irán ni Irak, mientras que la parte turca percibía grandes beneficios.
"Los turcos crearon las bases para la independencia de Kurdistán", dijo el profesor Dmitri Yevstafiev, de la Escuela Superior de Economía de Moscú, en entrevista a RT. "Ahora Turquía se encuentra frente a una difícil elección: perder los ingresos por el tránsito de petróleo, o enfrentarse a un proceso político incontrolado (…) La independencia del Kurdistán iraquí estimularía sentimientos similares en los kurdos turcos. Este es un ejemplo de los múltiples procesos que podrían ocurrir en la región", agregó.
Kirkuk de la discordia
La provincia de Kirkuk no forma parte de la región autónoma del Kurdistán iraquí, pero de facto está bajo control de los kurdos desde que en el 2014 expulsaran de esos territorios al EI. En Kirkuk se concentran las mayores reservas de petróleo de Irak, con campos que permiten la extracción de aproximadamente 900.000 barriles al día. A modo de comparación, la producción total iraquí es de unos 4,4 millones de barriles diarios.
El referéndum de este lunes se llevó a cabo no solo en la región autónoma, sino también en los territorios en disputa. Anteriormente, el Parlamento iraquí había aprobado una resolución que exigía que los campos petroleros de Kirkuk volvieran a control de Bagdad.
"La situación en torno a la región de Kirkuk, rica en petróleo, es la principal razón del empeoramiento de la situación general en torno al Kurdistán iraquí", afirma Yevstafiev. "Con los ingresos por la exportación de crudo, los kurdos iraquíes sintieron que tenían una base económica real para crear su propio Estado, posibilidad que nunca antes tuvieron", añadió.
A finales del 2014, Bagdad y Erbil llegaron a un acuerdo para dividir la riqueza petrolera de Kirkuk. Las partes acordaron que el Kurdistán iraquí dejara la exportación de crudo en manos de Bagdad, a cambio del 17 % de los ingresos anuales del presupuesto iraquí. Sin embargo, el acuerdo no se llegó a concretar por completo, en parte por la caída de los precios, que afectó al presupuesto de ese país. Como resultado, Kurdistán no recibió la totalidad de los fondos que esperaba y comenzó a buscar sus propios canales de exportación, sin pasar por Bagdad.
Para esos fines recibió Erbil gran ayuda por parte de Turquía, que proporcionó a los hidrocarburos extraídos por los kurdos vías de tránsito al mercado mundial.
Al borde de la guerra
Los analistas advierten que existe una gran probabilidad de que la actual confrontación política entre en una fase caliente. "El referéndum en el Kurdistán iraquí agrava la situación en toda la región. Las razones por las que naciones vecinas como Irán, Turquía y Siria condenan ese plebiscito son comprensibles. Temen el crecimiento de sentimientos separatistas en las comunidades kurdas de sus países", explicó Boris Dolgov, investigador del Centro de Estudios Árabes e Islámicos del Instituto de Estudios Orientales de la Academia de Ciencias de Rusia.
Según el experto, las posibilidades de un conflicto militar son muy altas, principalmente por parte de Bagdad. "Las leyes de Irak permiten recurrir a la fuerza para evitar el desmembramiento del país", aclaró Dolgov. Mientras que Yevstafiev considera que el escenario de un conflicto entre Bagdad y Erbil estallaría probablemente a mediano plazo.