Un petrolero saca a la superficie un torpedo que había quedado clavado en el ancla (IMÁGENES)
Los tripulantes del petrolero Skaw Providence se vieron en una situación peligrosa para ellos y para el medioambiente cuando subieron a la superficie un torpedo que había quedado enganchado en el ancla de la embarcación. Se trataba ni más ni menos que de un viejo torpedo que se encontraba en el fondo del mar a 15 metros de profundidad y que quedó perforado por un brazo del ancla del petrolero. En esos momentos, el buque transportaba 1.000 toneladas de combustible por el Canal de la Mancha ante las costas británicas.
La munición, sin explotar y totalmente oxidada, obligó a la tripulación a avisar a los servicios costeros, que mandaron una unidad de buzos de la Marina Real desde el puerto de Portsmouth. La operación para separar el torpedo del ancla duró siete horas, informan los militares en un comunicado oficial.
Royal Navy bomb disposal experts free tanker from historic torpedo https://t.co/kytgUlsibypic.twitter.com/9az9VsmTdR
— Royal Navy (@RoyalNavy) 13 de octubre de 2017
"El cargamento de combustible fue trasvasado a otros tanques para reducir los efectos de una posible explosión; también cargamos las mangueras de incendio, que estaban listas para ser utilizadas si hubiera sido necesario", comentó un teniente a cargo del operativo.
El torpedo fue llevado a una zona segura y detonado en el fondo del mar. La investigación posterior sobre sus orígenes reveló que era de fabricación británica y pertenecía a un polígono situado en la isla de Portland (a más de 100 kilómetros del lugar del hallazgo), que existió hasta los años 1980.
Los militares aseguraron que se trataba de un torpedo de pruebas, pero aunque la munición no contuviera carga explosiva podía conservar en su interior combustible altamente inflamable. Los medios locales advierten de que un gran número de artefactos yacen todavía en el fondo marino en las costas meridionales de Gran Bretaña, lo que supone una amenaza.