Contra la política de modernización económica y, sobre todo, social en Arabia Saudita que planea llevar a cabo el príncipe Mohamed ben Salmán se alzarán los islamistas radicales denunciando que se trata de una desviación de los principios de su religión. Lo opina el jefe de investigación del Instituto del Diálogo de Civilizaciones, Alexéi Malashenko.
"La situación política ya está empeorando", señala el politólogo en una entrevista concedida al diario ruso 'Vzgliad'. "El rey Salman, que nació en 1931, no es eterno. Y cuando el príncipe —que recibió una educación occidental— transforme el país, la reacción será muy dura. Veremos una resistencia muy fuerte en un futuro muy cercano", está convencido Malashenko.
Con todo, el príncipe y sus seguidores son conscientes de estos posibles obstáculos y se están preparando para ello. "A esta causa han lanzado una lucha obstinada contra el Estado Islámico y contra muchos otros radicales", asegura también el arabista.
¿Está el mundo musulmán al borde del precipicio?
Este proceso de modernización y desradicalización orientará al príncipe Mohamed ben Salmán hacia Occidente, pero al mismo tiempo utilizará sus relaciones con Rusia como palanca para presionar a los países occidentales. "Si su estrategia tiene éxito, surgirá un Estado cualitativamente nuevo. Pero si su plan no funciona, será una pesadilla", advierte Malashenko.
En el caso de errar, se producirán divisiones completas en todas las áreas de la vida saudita: se abrirán brechas en las estructuras de los servicios especiales, en el ejército e incluso la industria petrolera, explica el jefe de investigación del Instituto del Diálogo de Civilizaciones.
"Actualmente Arabia Saudita es percibida como un gran Estado, el guardián de dos lugares sagrados: La Meca y Medina. Y de repente comienzan a construir centros de ocio para los turistas extranjeros. Para una parte importante de la sociedad saudita es muy difícil aceptarlo", asegura el experto de la citada organización no gubernamental internacional.
La modernización podría debilitar la percepción de Arabia Saudita a los ojos del mundo como un pilar sólido del islam tradicional. Lo que le podría costar a los saudíes su influencia. Sus problemas con los países del golfo Pérsico, sin mencionar los que tiene con Irán, podrían intensificarse. "En cualquier caso, vendrán grandes cambios que afectarán a todo el mundo musulmán," advierte Malashenko.
¿Será posible para el príncipe cumplir su promesa?
El conflicto entre conservadores y modernizadores se está exacerbando en todo el mundo, pero para los saudíes estos cambios serán aún más dolorosos que en otros países, cree Malashenko.
Arabia Saudita ya ha vivido dos intentos de modernización. En los años sesenta, en el reino surgió una organización denominada Emires Libres que intentó cambios totales, llamando incluso a la revolución. Todos sus miembros fueron encarcelados y posteriormente fusilados.
Posteriormente hubo un nuevo intento de reformas en los años 80, que tampoco tuvo éxito. "Ahora, la tercera vez, cuando Mohamed ben Salmán ascienda al trono, los reformistas podrían lograrlo", cree el arabista. Aunque se enfrenta a numerosos opositores, el nuevo monarca puede confiar en la nueva élite joven que representa una capa muy poderosa de la sociedad, concluye el experto.