EE.UU. no ha respaldado a los kurdos, que fueron sus aliados más cercanos en la lucha contra los terroristas del Estado Islámico, y ha permitido a Bagdad utilizar las armas estadounidenses en su ataque contra Kurdistán, dijo Masoud Barzani, el expresidente del Kurdistán Iraquí, después de renunciar a su puesto.
"Nadie se paró con nosotros, más que nuestras montañas", cita Reuters un discurso televisivo de Barzani, pronunciado el 29 de octubre después de que el Parlamento kurdo respaldara su renuncia. El exlíder se refería a la operación militar lanzada por Bagdad el 16 de octubre, tras el referéndum kurdo. La gran mayoría apoyó la independencia de esta región de Irak en el plebiscito de septiembre.
Barzani denunció a EE.UU. por abandonar a los kurdos y permitir que los tanques estadounidenses Abrams, que fueron suministrados a las fuerzas iraquíes para luchar contra el Estado Islámico, fueran desplegados contra ellos. "Sin la ayuda de la Peshmerga (combatientes kurdos), las fuerzas iraquíes no podrían haber liberado por sí mismas a Mosul del Estado Islámico", señaló.
"Nuestra gente debería ahora cuestionar si EE.UU. estaba al tanto del ataque de Irak y por qué no lo impidió. ¿Por qué querría Washington castigar a Kurdistán?", reflexionó Barzani.