La detención de decenas de hombres poderosos de Arabia Saudita, emprendida por Riad, tendría como principal objetivo eliminar cualquier potencial oposición contra el príncipe heredero al trono, Mohamed ben Salmán, informa el diario ruso Vzgliad.
Once príncipes, entre ellos Al Walid ben Talal, cuatro ministros y decenas de exministros sauditas fueron detenidos la semana pasada en el marco de una investigación sobre corrupción. Al Walid es un multimillonario inversionista que tiene participaciones en gigantes estadounidenses como Apple, Citigroup, Twitter, 21st Century Fox y Disney.
En el 2016, Mohamed ben Salmán promovió una serie de reformas para diversificar la economía del reino y no depender del petróleo. Esta iniciativa ha causado insatisfacción en algunos miembros de la familia real. Algunos de los príncipes aplauden los planes del príncipe heredero, mientras que otros lo consideran como una persona inexperta y hambrienta de poder. Por lo que las recientes detenciones no tendrían como fin la lucha contra la corrupción, considera Vzgliad.
Están construyendo un programa, partiendo del concepto de que el petróleo tarde o temprano se acabará
Recientemente, Mohamed ben Salmán prometió que Arabia Saudita volvería a un islam "moderado, tolerante y abierto al mundo". Actualmente, ese país está dominado por el wahabismo, una rama extremadamente conservadora dentro del sunismo.
En unas declaraciones al periódico ruso, el analista del Instituto de Investigación Diálogo de Civilizaciones, Alexéi Malashenko, señaló que los planes del príncipe Mohamed reestructurarían a toda la sociedad saudita. "Los sauditas están tratando de salir de lo que se llama un Estado conservador. Están construyendo un programa, partiendo del concepto de que el petróleo tarde o temprano se acabará. Por esta razón están utilizando todos los fondos en la modernización", dijo Malashenko.
Además, el analista no excluyó que los impulsores de estas reformas tengan que enfrentarse a la resistencia de los islamistas radicales, e incluso que el príncipe heredero debería prepararse para posibles ataques en su contra.