"Acusar a Irán de que esté defendiendo a sus socios porque tú los has atacado" le parece al periodista Francisco José Saavedra una actitud "cuanto menos, bastante hipócrita". Esta es precisamente la postura que adoptó hace meses Arabia Saudita y que ahora cuenta con un respaldo declarado desde Washington.
Un portavoz del Pentágono, cuyas palabras recoge Reuters, se expresó al respecto después de que Riad bloqueara los puertos de Yemen para supuestamente detener el suministro de armas a los hutíes desde el exterior. El Departamento de Defensa estadounidense apoyó las acusaciones sauditas y ratificó sus deseos de "neutralizar la influencia desestabilizadora de Irán en Oriente Medio".
Como pretexto para las recientes amenazas a Irán sirve el disparo de un misil desde el territorio yemení contra el aeropuerto de Riad. El proyectil balístico, cuyo lanzamiento reivindicaron los rebeldes hutíes, habría sido interceptado en el aire por la defensa antiaérea saudita. Teherán descarta cualquiera implicación en estos acontecimientos.
Saavedra ha ofrecido en declaraciones a RT dos posibles explicaciones de la postura estadounidense. La primera es que EE.UU. eventualmente "intenta poner algo de mano dura para el equilibrio tan débil en la región". La otra supone un enfoque mucho más calculador para tratar el antagonismo entre Teherán y Riad.
"Mientras Arabia Saudita tenga reservas, está intentando exprimir la vaca lechera para luego abandonarla", sospecha el analista. Para Donald Trump, ha afirmado, la región de Asia-Pacífico es una prioridad, mientras que "Oriente Medio ha dejado ya claramente" de serlo.
El periodista ha catalogado el propio intento saudita de echar la culpa de lo sucedido a Teherán como el "uso del victimismo de siempre". En su opinión, posiblemente tuvo lugar "un incendio, un trabajo desde dentro" y no un ataque de los chiitas hutíes.
"Arabia Saudita tiene muchos problemas internos", sostiene Saavedra, explicando que el pretexto de una amenaza exterior le podría ayudar a resolverlos.