La Inteligencia española tuvo contactos con el promotor de los atentados de Barcelona
Abdelbaki Es Satty, quien fue imán de Ripoll (Gerona, España) hasta su muerte violenta y las autoridades españolas consideran responsable de los atentados que sufrió Cataluña el pasado agosto, fue contactado por el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) al menos entre 2010 y 2014.
En ese periodo de tiempo, el religioso cumplió condena por narcotráfico tras intentar introducir 121 kilogramos de hachís y el CNI siguió protocolos habituales con vistas a obtener información válida para la lucha antiterrorista: durante su juicio, el preso declaró que sectores yihadistas le habían coaccionado para dedicarse al tráfico de droga.
Tras salir de prisión, Satty se convirtió en imán de la mezquita de Ripoll, aunque la comunidad musulmana de esa población niega que conociera sus antecedentes penales. Desde allí, radicalizó al grupo de jóvenes que perpetró los ataques en Barcelona y Cambrils (Tarragona).
Las sospechas de que el autor intelectual de esos atentados también era confidente del CNI surgieron pocos días después de los hechos, a raíz de un tuit del antiguo secretario general del Sindicato Unificado de Policía, José Manuel Sánchez Fornet, del que se hicieron eco varios medios de comunicación.
El imán huele a confidente policial o del CNI que apesta.https://t.co/fWYsYcVula
— José Manuel (@sanchezfornet) 22 de agosto de 2017
Atropellos, disparos y explosiones
A las 5 de la tarde del 17 de agosto, un hombre embistió a la multitud una furgoneta blanca en Las Ramblas, una de las principales arterias de Barcelona, y provocó 16 muertos y más de 130 heridos. Ese conductor escapó a pie, asesinó a otra persona y se llevó su vehículo para continuar su huida.
Horas más tarde, cinco presuntos terroristas fueron abatidos por la Policía autonómica cuando acababan de atropellar a seis personas —de los cuales tres eran oficiales— con la intención de saltarse un control de seguridad. Una de las víctimas falleció posteriormente.
Durante las siguientes horas se relacionaron esos sucesos con la explosión de una vivienda en Alcanar, que tuvo lugar el día anterior. Allí se encontraron varios cadáveres —entre ellos, el de Abdelbaki Es Satty— y más de 100 bombonas de gas. Al parecer, una manipulación para fabricar explosivos habría provocado un estallido incontrolado.
Esa cantidad de recipientes hizo pensar en que los delincuentes fallecidos proyectaban perpetrar un atentado mucho mayor y que ejecutaron sus ataques posteriores como un plan B.
Más confidentes entre los terroristas
Una llamada de un policía regional de Cataluña a Younes Abouyaaqoub —el terrorista que irrumpió en Las Rambas— tan solo dos horas antes de que cometiera esa matanza también ha generado polémica desde que trascendió a la opinión pública.
La versión de las autoridades autonómicas es que el agente quería preguntar por "un vehículo aparcado" a la entrada de la residencia de Alcanar. En cualquier caso, algunas personas estiman que esa comunicación pudo alertar al terrorista de que iban tras su pista y acelerar la ejecución del atropello masivo.
A esta situación poco clara se suma que Abouyaaqoub también podría haber sido un confidente —en este caso, de los Mossos d'Esquadra— que habría recibido una llamada de su agente controlador tras la explosión de Alcanar.