Teherán respondió a los controvertidos comentarios del príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohamed ben Salmán, en los que comparó al líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Jameneí, con el dictador nazi Adolf Hitler.
El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores iraní, Bahram Qasemí, dijo que Ben Salmán se ha desacreditado a sí mismo a través de sus comentarios. "Nadie en el mundo y en la arena internacional le está dando crédito por su comportamiento inmaduro y debilucho", afirmó Qasemí.
"Le recomiendo encarecidamente pensar en el destino de los famosos dictadores de la región en los últimos años, ahora que se está planteando imitar sus políticas y comportamiento como modelo de сomportamiento", dijo Qasemí.
En una entrevista concedida al diario The New York Times a principios de esta semana, el príncipe saudita afirmó que Jameneí es el "nuevo Hitler de Oriente Medio". "No queremos que el nuevo Hitler de Irán repita en Oriente Medio lo que pasó en Europa", afirmó el príncipe, que también es viceprimer ministro y titular de Defensa saudita.
El pasado 7 de noviembre el príncipe heredero acusó a Teherán de perpetrar una "agresión militar directa" mediante el suministro de misiles a los hutíes en Yemen, donde los sauditas encabezan una coalición militar árabe contra los insurgentes chiitas. Tres días antes Riad interceptó un misil balístico lanzado desde Yemen contra el aeropuerto internacional de la capital saudita.
Irán rechaza cualquier implicación en el ataque. El canciller iraní, Mohammad Javad Sharif, consideró "irónico" que Arabia Saudita acuse a Teherán "mientras ellos mismos alimentan a los terroristas, hacen la guerra a Yemen, bloquean a Catar y fomentan la crisis en el Líbano".
El presidente de iraní, Hasán Rohaní, afirmó que el lanzamiento del proyectil fue una "respuesta legítima" del pueblo yemení a los bombardeos sauditas.
La rivalidad entre Teherán y Riad se debe históricamente a la antigua divergencia entre sunitas y chiitas sobre quién es legítimo heredero del profeta Mahoma. Actualmente, el ultraconservador islam sunita de Arabia Saudita, conocido como wahabismo, considera herejes a los chiitas, y después de la revolución iraní de 1979 los líderes sauditas consideraron a Irán una amenaza para su propio dominio sobre el mundo islámico. Así, en los años posteriores, las dos potencias han respaldado lados opuestos en numerosos conflictos regionales, como en Irak, Siria y Yemen.