EE.UU., dispuesto a aceptar la presidencia de Assad hasta las elecciones de 2021
La Administración Trump ha aceptado que la retirada del actual jefe de Estado sirio, Bashar al Assad, se retrase hasta las elecciones presidenciales de 2021, informa The New Yorker citando funcionarios estadounidenses y europeos. Se trata de un importante giro en relación a la posición mantenida hasta ahora por EE.UU.: Washington insistía una y otra vez en que el presidente de Siria, Bashar al Assad, dejara de inmediato su cargo.
Según The New Yorker, la decisión de EE.UU. "refleja las opciones limitadas de la Administración de Trump, la realidad militar sobre el terreno y el éxito de los aliados de Siria, incluidos Rusia, Irán y Hezbolá, que apoyan el asediado régimen de Assad".
De ahí que, teniendo en cuenta la realidad política y militar en Siria, los funcionarios estadounidenses han concluido que la transición del poder va a depender de unas
Sin embargo, EE.UU. está preocupado por la posibilidad de que Assad gane las elecciones presidenciales de 2021 y permanezca en el poder. Bashar al Assad gobierna Siria desde el año 2000 tras suceder a su padre.
De la destitución inmediata al diálogo
La intervención de Washington en Siria empezó en 2014 sin el permiso del Gobierno nacional. Desde que comenzara el conflicto, el Ejecutivo estadounidense culpó al régimen de Bashar al Assad del agravamiento de la situación y demandó la renuncia del poder inmediata del actual presidente. En octubre de este año el secretario de Estado norteamericano aseguró que "el reinado de la familia Assad llega a su fin; el único problema es cómo lograrlo".
A su vez, el canciller ruso Serguéi Lavrov afirmó durante una conferencia en Berlín el pasado mes de julio que Moscú "no apoya" al presidente de Siria, Bashar al Assad, sino que está comprometido "con las resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas", que en el caso de Siria establecen "claramente" que el destino del país "solo puede ser decidido por el pueblo sirio".
Además, Moscú tampoco "quiere en absoluto que se repita lo que pasó en Irak", subrayó en Berlín el ministro de Exteriores ruso, porque la injerencia en los asuntos internos de Bagdad provocó el aumento del terrorismo en la región. Lavrov indica que con la retirada del jefe del Estado sirio actual cabe la posibilidad de que se elimine "al país junto a él", dada la dificultad de la situación.
Por su parte, el presidente de Rusia, Vladímir Putin, realizó este lunes una visita a la base aérea siria de Jmeimim en la que ordenó la salida de "una parte considerable" de las tropas rusas de Siria, a las que felicitó por la derrota del Estado Islámico. En respuesta, el presidente sirio, Bashar al Assad, ha dado las gracias a su homólogo ruso por la participación "eficaz" de Moscú en la lucha antiterrorista en su país.
La nueva ronda de negociaciones sobre la paz en Siria tendrá lugar los días 21 y 22 de diciembre en Astaná (Kazajistán).