Por qué los tanques de la OTAN deberían temer a los misiles rusos

Las armas antitanque han sido desde siempre "uno de los puntos fuertes históricos" del Ejército ruso, cree el analista de The National Interest Charlie Gao. Ya durante la Guerra Fría, los sistemas Kónkurs y Metis estaban considerados como los mejores del mundo de su clase, muy por encima del estadounidense Dragon.

Con la incorporación en 1996 del FGM-148 Javelin a las Fuerzas Armadas de EE.UU., los militares norteamericanos creían haber encontrado un arma que les permitía ponerse por delante de los rusos, pero el autor duda de que las ventajas que aportaba este sistema fueran suficientes para justificar el optimismo estadounidense.

Guiado perpetuo

En aquellos tiempos los ingenieros de la ciudad rusa de Tula habían desarrollado el sistema 9K135 Kornet, que heredó el sistema de guiado Milán de la generación anterior de lanzaderas portátiles.

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En Occidente percibían como una desventaja que el operador debiera seguir el objetivo del ataque a través del retículo de la mira después del lanzamiento de cada proyectil. En lugar de eso, Javelin propuso la opción 'dispara y olvídate', una característica que se convirtió en el apodo con el que pasó a conocerse el sistema.

Aunque el operador de un Kornet es más vulnerable ante el fuego de respuesta, puede disparar desde una distancia mucho mayor, sostiene Gao. El sistema ruso tiene un alcance máximo de 8 kilómetros, mientras que el competidor estadounidense se limita a 2,5.

Los militares que fueron entrenados para operar tanto el sistema de guiado Milán como el 'dispara y olvídate' de los Javelin "expresaron más confianza en el Milán cuando se usa contra la infantería en movimiento, debido a su capacidad de guiar el misil después del disparo", revela la revista. Con el Javelin, al contrario, "estar fuera del circuito después del lanzamiento implica una menor confianza".

Impacto fatal

El misil ruso es eficaz contra la coraza de los principales carros de combate de la OTAN, el Leopard 2 y el M1 Abrams. Los expertos estiman que el Kornet puede destruir un Abrams impactando en cualquier punto del tanque a excepción del blindaje frontal de la torreta. Aunque en realidad incluso en la torreta hay áreas potencialmente vulnerables, un impacto en el resto del cuerpo del vehículo sería fatal, afirma el analista.

Para perforar las torretas se diseñó una ojiva termobárica de carga tándem, consistente en dos partes espaciadas por el motor del misil. La ventaja de esta ojiva es que la segunda carga está mejor protegida de la deformación y detona con garantía. Esto contrasta con las ojivas tándem occidentales, donde las dos cargas están colocadas una detrás de la otra.

Entre los Ejércitos de América Latina solo el peruano ha incorporado las lanzaderas Kornet, instalando más de una veintena de ellas sobre los vehículos blindados Humvee, de fabricación estadounidense. Como parte de un contrato con Rusia firmado en 2008, Lima adquirió cerca de 250 municiones para este sistema.

Desde el 2013 Rusia está desarrollando un nuevo sistema de misiles antitanque autoguiados, algo que el artículo de Gao no menciona.