200 páginas de delirio antirruso: el Senado de EE.UU denuncia "el asalto de Putin a la democracia"

Los rusos están en todas partes y todo lo que hacen supone una amenaza para la democracia y el estilo de vida occidental. Esa es la tesis y la principal conclusión que se desprende de un informe de más de 200 páginas publicado por los demócratas en el Senado estadounidense.

Muchas de las fuentes de ese documento, titulado 'Asalto asimétrico de Putin a la democracia en Rusia y Europa: Implicaciones para la seguridad nacional de EE.UU.', son individuos y medios de comunicación con un marcado sesgo antirruso.

Los autores del texto defienden que, desde hace "20 años", Moscú lleva a cabo una campaña dedicada a socavar la democracia y está dirigida personalmente por el presidente de Rusia, Vladímir Putin. 

Presuntos métodos del Kremlin

Entre los métodos que emplearía el Kremlin se encontrarían "el uso de desinformación, los ataques cibernéticos, las invasiones militares, los presuntos asesinatos políticos, las amenazas a la seguridad energética, la interferencia electoral y otras tácticas subversivas", como "el crimen organizado", además de otros actos que "alimentan la corrupción" y "explotan tanto a la extrema derecha como a la extrema izquierda para sembrar discordia y crear confusión".

Como conclusión, señalan que "el Gobierno ruso, bajo el liderazgo de Putin, ha demostrado que es capaz de atacar instituciones y alianzas democráticas y transatlánticas y que está dispuesto a hacerlo" de "muchas formas".

Recomendaciones audaces y fuentes sesgadas

Ese informe incluye más de 30 "recomendaciones" que EE.UU., la Unión Europea y los integrantes de la OTAN deberían tomar para protegerse de Rusia. Una de ellas consistiría en señalar a los países que lleven a cabo "operaciones de influencia maligna para atacar a las democracias" y someterlos a un "régimen de sanciones preventivas y graduales".

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Una parte considerable de ese análisis versa sobre la cobertura informativa de RT y Sputnik, descritos como "los principales medios de propaganda externa del Gobierno ruso", una sospecha que parece estar fundada en el hecho de que "se dirigen a un público diverso: elementos de extrema derecha y extrema izquierda de las sociedades occidentales, ecologistas, activistas a favor de los derechos civiles y minorías" (página 40).

Otro de los consejos consiste en transmitir "más cultura popular estadounidense" para "neutralizar las medidas activas del Kremlin" (página 108), como ofrecer "programación de entretenimiento popular" para reforzar las noticias de las emisoras Voice of America (VOA) —financiada con presupuesto federal de EE.UU.— o Radio Free Europe/Radio Liberty (RFE/RL).

Una cantidad considerable de las fuentes citadas por quienes han elaborado este dosier son contenidos de esos mismos medios de comunicación, mientras que el Centro de Excelencia de Comunicaciones Estratégicas de la OTAN es otro de sus referentes.