Las sensibilidades sobre cuestiones migratorias podrían estar a punto de dar un giro en el seno de la Unión Europea tras la llegada al poder de un nuevo mandatario que puede convertirse en una personalidad clave dentro del espacio comunitario.
Se trata del austríaco Sebastian Kurz, que tras la victoria de su Partido Popular Austríaco (ÖVP, por sus siglas en alemán) en las elecciones parlamentarias que Austria celebró el pasado 15 de octubre, se convirtió a sus 31 años en el canciller más joven de la historia de ese país europeo.
Mientras que en la vecina Alemania las principales fuerzas políticas no escondieron su indignación por la llegada al Bundestag del partido ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) como resultado de las elecciones federales del septiembre pasado, Kurz no dudó a la hora de negociar la creación de un Gobierno conjunto con el Partido de la Libertad de Austria (FPÖ), formación política de ideología conservadora y nacionalista.
Kurz, "hombre de acción" y una "estrella joven"
El canciller, cuyo mandato arrancó el pasado 18 de diciembre, participa en numerosos actos y reuniones a nivel nacional y comunitario, informando de ello a través de las redes sociales y dejando en la mayoría de casos evaluaciones positivas de los eventos en los que ha tomado parte. Entre las últimas reuniones al más alto nivel figura su encuentro con el presidente francés, Emmanuel Macron, celebrado este viernes en el marco del primer viaje de Kurz al extranjero como canciller de Austria.
"Nuestra meta es crear una Unión Europea fuerte y segura de sí misma", aseguró el político austríaco a través de su cuenta de Twitter poco antes de la reunión, subrayando que entre los temas que iban a abordar figuraba "la protección conjunta de las fronteras" europeas.
De hecho, después del encuentro Kurz comentó que Macron y él coinciden "en muchas, muchas cuestiones", ante la que muestran "una postura casi idéntica", recoge Die Presse.
Sin embargo, más allá de estas palabras, Die Welt estima que ambos políticos abogan, en realidad, por "dos visiones diferentes del futuro de Europa", y que esas diferencias entre sus posturas son "grandes", dado que el presidente francés se había expresado en ocasiones previas a favor de "una república europea que llevaría al continente a una nueva fuerza económica y política a través de la integración política"; mientras Kurz insta a otorgar "el más posible poder de tomar las decisiones" a los Estados nacionales.
Estas dos visiones de Macron y de Kurz —a quienes el periódico alemán califica como "hombres de acción" y "estrellas jóvenes"— podrían "dividir" y "paralizar" a Europa a largo plazo, si bien el joven canciller podría evitar esta división y convertirse en una "figura clave" en el espacio comunitario, advierte el diario alemán. En concreto, dado que una de las cuestiones más agudas para la actual UE es la política migratoria, Austria puede "crear puentes en Europa para reducir tensiones" (expresión usada por el propio Kurz en una entrevista).
En concreto, el joven político podría servir de mediador entre Bruselas y el así llamado Grupo Visegrád, cuyos integrantes —Polonia, Hungría, la República Checa y Eslovaquia— se han opuesto en ocasiones anteriores a aceptar las cuotas migratorias propuestas por la UE. Según Die Welt, Kurz podría ayudar a reducir esas tensiones si "se gana el respeto de los países de Europa Oriental como representante de sus intereses y, a la vez, convence a los demás socios europeos que actúa también sobre la base de sus intereses".
Comparaciones con Hitler pese a que apoya ideas comunitarias
A pesar de que Sebastian Kurz suele expresarse a favor de "cambios positivos" en la UE y advierte que su país tiene una postura pro-europea, ya ha sido comparado en varias ocasiones con el dictador nazi Adolf Hitler.
Entre las comparaciones más polémicas figura, por ejemplo, la de la revista satírica alemana Titanic que el pasado mes de octubre publicó un tuit en el que aparece una imagen de Kurz con un punto de mira dibujado en su pecho y el texto en alemán que rezaba: "Un viaje en el tiempo en Austria. Finalmente es posible: matar al pequeño Hitler". En su tuit la revista también animaba a los austríacos a suscribirse a sus publicaciones.
En aquella ocasión, la Policía de Viena advirtió que habían comunicado el hecho "a las autoridades relevantes", mientras que un representante de las fuerzas del orden público matizó que se informó del hecho a la Agencia Federal para la Protección de la Constitución y la Lucha Antiterrorista de Viena.
Otra comparación similar se produjo un día después de que Kurz llegara al poder, cuando el actor alemán Armin Rohde tuiteó un mensaje dirigido a "todas las academias del arte", a las que pidió que acepten a Kurz si este llamaba a sus puertas. "Acéptenle, por favor, sin importar qué mierda les presenta", escribió, en referencia al intento de Hitler de ingresar en vano a la Academia de Bellas Artes de Viena, que rechazó su solicitud en dos ocasiones. El tuit de Rohde provocó una oleada de duras críticas, tanto en medios como entre los internautas.