El fallido lanzamiento de prueba de un misil SM-3 Block IIA desde un polígono en Hawái, este miércoles, podría poner en riesgo para EE.UU. un jugoso contrato militar con Japón, uno de sus socios más importantes, que planea adquirir y desplegar el costoso sistema de antimisiles balísticos Aegis Ashore.
De acuerdo con The Japan Times, una fuente del Ministerio de Defensa de Japón confirmó el incidente y aseguró que su país necesita examinar las causas de ese fracaso. "Es un sistema muy costoso y sería perjudicial si esto afecta la credibilidad del misil", detalló. El artefacto, desarrollado por la compañía Raytheon y diseñado para atacar misiles de alcance intermedio, no logró interceptar un objetivo lanzado desde un avión.
La prueba se produjo luego de que EE.UU. aprobará a principios de enero un plan de venta de cuatro SM-3 Block IIA al Gobierno de Tokio, por un valor aproximado de 133 millones de dólares, según informó la agencia TASS. Japón planea incorporar esos misiles al sistema de defensa Aegis Ashore, cuya compra al Gobierno estadounidense aprobó formalmente en diciembre pasado.
En las últimas horas, el Pentágono reconoció publicamente el incidente pero aseguró que si bien la prueba no cumplió con su objetivo principal, no se puede considerar del todo una falla. "Siempre aprendemos algo con estas pruebas. Esta vez también lo hicimos y continuaremos mejorando nuestras capacidades", manifestó la portavoz del Pentágono, Dana White.
EE.UU. planea convertir al SM-3 en parte fundamental de su escudo de defensa de misiles balísticos. Sin embargo, esta es la segunda prueba fallida del misil en el último año. En junio, un intento de intercepción también fracasó, después de una prueba exitosa en febrero.