Después de que el líder norcoreano, Kim Jong-un, invitara al presidente surcoreano, Moon Jae-in, a Pionyang para participar en una cumbre, la cuestión pasa ahora por saber si Corea del Sur y EE.UU. podrán coordinar sus acciones y aprovechar la iniciativa para promover las conversaciones de desnuclearización, escribe The Korea Herald.
Según expertos consultados por este diario surcoreano, esto no será una tarea fácil, ya que Moon podría enfrentarse a una dura elección: si seguir la campaña de "máxima presión" de Trump o cooperar con el Norte para aliviar las tensiones transfronterizas después de los Juegos Olímpicos.
"Vender hielo a los esquimales"
"Sería como vender hielo a los esquimales", afirma Shin Beom-chul, profesor de la Academia Nacional Diplomática de Corea, ya que —explica— resulta "extremadamente difícil" mantener la coordinación para la desnuclearización con EE.UU. y "generar confianza con Corea del Norte para el diálogo".
El analista opina que hay que convencer a EE.UU. de "la necesidad de hablar con Corea del Norte" y, al mismo tiempo, "decirle a Corea del Norte que volver a las conversaciones sobre la desnuclearización los ayudará con el tiempo".
Mientras tanto, el vicepresidente estadounidense, Mike Pence, dijo el sábado que Washington se opondría a las conversaciones entre las dos Coreas hasta que el Norte acepte iniciar negociaciones para poner fin a su programa nuclear.
Aunque Moon se ha comprometido a apoyar la campaña de "máxima presión" de la Administración Trump hacia Pionyang, podría "no ser tan entusiasta" si EE.UU. va más lejos y amenaza a Corea del Norte con un ataque militar, señala el diario surcoreano.
"No creo que haya mucho que esperar"
Además, la situación en la península podría deteriorarse después de que Corea del Sur y EE.UU. reanuden sus ejercicios militares conjuntos, que decidieron posponer hasta después de los Juegos Olímpicos de Pyeongchang. Aunque los aliados aún no han anunciado una fecha concreta, se espera que las maniobras militares sean retomadas a principios de abril.
"No creo que haya mucho que esperar en las relaciones intercoreanas a menos que se produzca una mejora en las relaciones entre Corea del Norte y EE.UU.", concluye Kim Yong-hyun, profesor de estudios norcoreanos en la Universidad Dongguk en Seúl.