El avión 'matasubmarinos' que EE.UU. emplea para contrarrestar a China en Asia-Pacífico

Washington suministra aeronaves de patrulla marítima P-8A Poseidón a las naciones del oriente del continente asiático con objeto de vigilar a Pekín.

EE.UU. está utilizando el avión de patrulla marítima P-8A Poseidón para vigilar de cerca a Pekín y contrarrestar sus ambiciones en la región Asia-Pacífico, opina la directora de programas del Instituto Lexington (Kentucky, EE.UU) Rathna K. Muralidharan, en un artículo publicado por RealClear Defense.

La experta precisa que Washington suministra aeronaves de última generación a las naciones de la región Asia-Pacífico para "defender las fronteras" de los actores de la región ante las supuestas "amenazas potenciales".

Según Muralidharan, los aliados de EE.UU. Corea del Sur y Nueva Zelanda han recibido la aprobación de Washington para adquirir modelos de P-8A Poseidón, mientras Malasia, Indonesia y Vietnam también han expresado ya su interés en comprar la aeronave militar.

El P-8A Poseidón, basado en el Boeing 737, representa la última generación de aeronaves antisubmarinas. Se trata de un avión capaz de efectuar patrullas marítimas de largo alcance para detectar submarinos enemigos.

Asimismo, la aeronave está diseñada para la guerra de superficie, Inteligencia y vigilancia y tiene mayor capacidad de carga que el Boeing. Además, el P-8A Poseidón es capaz de cargar armas como antimisiles de Harpoon, torpedos Mk- 54 y cohetes.

India y Australia fueron los primeros Estados en comprar el P-8A Poseidón y actualmente planean aumentar su flota para vigilar "la expansión de China en los océanos Pacífico e Índico".

Para EE.UU., sostiene la investigadora, resulta esencial que sus aliados en la región estén "bien equipados" para "mantener la estabilidad en Asia Oriental". Dado que EE.UU. ya mantiene fuertes lazos con la India, Australia y Corea del Sur, sugiere la autora del artículo, la cooperación "tiene mucho potencial".

"Provocaciones" y "medidas necesarias"

En los últimos tiempos se ha producido una serie de incidentes entre Washington y Pekín en aguas de la zona en disputa del mar de la China Meridional.

En octubre de 2017, un destructor estadounidense navegó por las aguas territoriales de las islas Paracel, que son reclamadas por China. En respuesta, Pekín envió una fragata, dos cazas y un helicóptero, acusando a EE.UU. de "provocación".

Asimismo, cuando el pasado 17 de enero un buque de guerra de EE.UU. entró en el mar de China Meridional, Pekín anunció que tomaría "las medidas necesarias".

Mientras China califica las acciones estadounidenses de "violación de soberanía y los intereses de seguridad" nacionales, EE.UU. asevera actuar en el marco de la legalidad internacional, que reconoce la libertad de navegación de cualquier Estado en las aguas en cuestión.