"Las guerras comerciales son buenas": Cómo Trump puso al mundo al borde de una guerra comercial
Las últimas medidas anunciadas por el presidente estadounidense, Donald Trump, sobre la imposición de unos duros aranceles para el acero y el aluminio han sacudido las bolsas y desencadenado una ola de crítica por todo el mundo.
"Tendrán protección por primera vez en mucho tiempo y van a volver a crecer sus industrias", declaró Trump en la reunión con altos directivos de las empresas estadounidenses del sector, en la que prometió imponer un arancel del 25% sobre las importaciones de acero y de un 10% a las de aluminio.
"El anuncio ha producido el efecto de la explosión de una bomba", escribe el periódico ruso Kommersant. El mismo día, el promedio industrial Dow Jones cayó más de 420 puntos este jueves. Los índices bursátiles de Asia también han sufrido una caída la mañana de este viernes: el Nikkei 225 perdió un 2,5% y el Topix, un 1,8%.
"Indicio de una guerra comercial"
De aplicarse, estos aranceles afectarían a muchos países y algunos ya han hecho duras declaraciones al respecto.
"No nos quedaremos de brazos cruzados mientras nuestra industria sea golpeada por unas medidas injustas que ponen a miles de empleos europeos en riesgo […]. La UE dará una respuesta firme y proporcional para defender nuestros intereses", ha expresado el presidente de la Comisión Europea (CE), Jean-Claude Juncker. "Lamentamos profundamente este paso que parece representar una intervención descarada para proteger la industria nacional de EE.UU. sin basarse en justificación alguna de seguridad nacional", ha agregado Juncker.
Chrystia Freeland, ministra de Exteriores de Canadá, el mayor exportador de acero a EE.UU., ha tachado las restricciones comerciales de "absolutamente inaceptables" y ha advertido que en caso de su aplicación a los productos canadienses, el país "tomará medidas de respuesta para defender sus intereses comerciales y sus trabajadores". Brasil, el segundo exportador de acero, ha hecho un comentario similar.
"China exhorta a EE.UU. a seguir las normas multilaterales y hacer su contribución en el comercio y la economía mundial", ha expresado a su vez la vocera del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Hua Chunying. "China tomará las medidas necesarias para proteger sus intereses y derechos legítimos", ha afirmado la portavoz.
"Es el primer cañonazo de advertencia de una guerra comercial", ha comentado a la CNN Art Hogan, el estratega de mercado jefe del banco de inversiones B. Riley FBR. "Y las guerras comerciales no tienen ganadores", ha advertido.
"Las guerras comerciales son buenas y fáciles de ganar"
Donald Trump, a su vez, cree que "las guerras comerciales son buenas y fáciles de ganar", según ha afirmado en su cuenta personal de Twitter. "Cuando un país (EE.UU.) pierde muchos miles de millones de dólares en comercio con prácticamente cada país con el que hace negocios, las guerras comerciales son buenas y fáciles de ganar", ha escrito Trump. "Por ejemplo, cuando perdemos 100.000 millones de dólares con un país concreto y se hacen los graciosos, no comercies más, y ganamos a lo grande. ¡Es fácil!", ha agregado el presidente.
When a country (USA) is losing many billions of dollars on trade with virtually every country it does business with, trade wars are good, and easy to win. Example, when we are down $100 billion with a certain country and they get cute, don’t trade anymore-we win big. It’s easy!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 2 March 2018
En otro tuit el mandatario ha vuelto a insistir en que la medida va a favorecer a EE.UU. "Debemos proteger a nuestro país y a nuestros trabajadores. Nuestra industria de acero está en mala forma. ¡Si no tienes acero, no tienes un país!", ha insistido Trump.
"En términos económicos, no tiene sentido"
Mientras tanto, los expertos advierten que las nuevas medidas podrían afectar negativamente a los propios productores estadounidenses. En el 2002, cuando EE.UU. impuso aranceles para el acero, las compañías que utilizan este material en su producción atribuyeron a la medida la pérdida de hasta 200.000 empleos, reporta The Washington Post.
"Los impuestos sobre las importaciones de acero y aluminio elevarán el precio de estos productos, lo cual, a su vez, elevará el precio de hacer negocios para los fabricantes estadounidenses", ha advertido la economista Christine McDaniel. La experta ha señalado que en EE.UU. hay más personas trabajando en los sectores de producción dependientes del acero que en la propia industria del acero. "En términos económicos, el intercambio no tiene sentido", ha concluido McDaniel.