Día del Antiimperialismo: "El plan de EE.UU. contra Venezuela no va a parar tras presidenciales"
Hace tres años, un decreto presidencial surgido de la Casa Blanca dio forma a la madeja de acciones en contra del Gobierno venezolano que abrieron el camino a esas palabras que se han vuelto cotidianas en espacios más allá de los diplomáticos: las sanciones.
El 9 de marzo de 2015, el entonces mandatario estadounidense, Barack Obama, dictó la orden presidencial que ubicó a Venezuela como una "amenaza extraordinaria e inusual" a la seguridad nacional y política exterior de EE.UU., que fue ratificado en los años siguientes.
Días después de la decisión de Washington, como respuesta simbólica del pueblo venezolano, el presidente venezolano, Nicolás Maduro, anunció que a partir de 2016 su país conmemoraría el Día del Antiimperialismo como una manera de "levantar el espíritu nacionalista y patriótico bolivariano".
La historia del complejo entramado de las relaciones de las administraciones de EE.UU. y Venezuela llena varias páginas de una extensa cronología, cuyo inicio algunos medios ubican durante uno de los mayores desastres naturales del país suramericano, ocurrido en diciembre de 1999 y conocido como la Tragedia de Vargas, que causó grandes inundaciones en las zonas costeras venezolanas y que produjo una cifra incierta de fallecidos que van de cientos a decenas de miles.
En medio de la emergencia nacional, el entonces presidente Hugo Chávez rechazó el ofrecimiento de ayuda del cuerpo de marines estadounidenses, alegando que "tropas de EE.UU. no vendrán a Venezuela" porque "después que se metan será difícil sacarlos". El mandatario tenía poco más de un año en la presidencia y ya el panorama de las relaciones entre ambos países había cambiado.
Recolonizar América
Desde 2008 hasta este año, casi 40 altos cargos de los poderes públicos, con el alto mando militar o con el chavismo, han sido sancionadas por EE.UU. Sin embargo, la acción más directa ocurrió en 2017, cuando se aplicaron medidas financieras que han sido catalogadas por Caracas como bloqueo económico y que han impedido las transacciones bancarias y comerciales, necesarias para la adquisición de bienes y servicios prioritarios para el país.
El escritor y ensayista cubano Luis Suárez Salazar, invitado por Venezuela a las Jornadas de Solidaridad Mundial con la Revolución Bolivariana, celebradas en Caracas entre el 5 y 7 de marzo, explica que estas disposiciones emitidas por Washington son parte de un "plan estratégico" que busca golpear a Venezuela y generar un "efecto dominó" en países calificados como "antiestadounindeses'.
Suárez Salazar, autor de una extensa obra sobre historia latinoamericana, entre la que se destaca el título 'Madre América: un siglo de violencia y dolor, 1898-1998', expresa que las acciones emanadas de la Casa Blanca buscan "recolonizar" y retomar el dominio en la zona. "América Latina es el escudo y la espada de la expansión del poder global de EE.UU", asevera.
Cerco y asfixia
El intelectual cubano considera que, tras la directriz de Obama, se comenzó a desarrollar un plan elaborado por el Comando Sur de EE.UU., que posiblemente precedió al conocido como 'Venezuela Freedom-2', firmado por su jefe, Kurt Tidd, con fecha del 26 de febrero de 2016.
Entre las fases que se delineaban en ese documento de hace dos años, se contemplaba una de "cerco y asfixia" para "provocar una implosión interna" que tendría como "destino final" una intervención humanitaria, tal como lo ha solicitado la dirigencia de la oposición venezolana reiteradamente como solución a las deficiencias en el suministro de alimentos y medicinas.
"EE.UU. no va a parar"
En medio del "asedio", como han sido definidas por el gobierno las acciones punitivas de EE.UU. y la Unión Europea (UE) contra Venezuela, las propuestas para una salida a la crisis que atraviesa el país han sido principalmente electorales.
En 2017 se realizaron tres comicios y el próximo 20 de mayo están previstas las presidenciales, donde participará un sector de la oposición que postuló a sus candidatos y que se separó del bloque condensado en la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), que se abstendrá de ir y que recientemente conformó un Frente Amplio.
Tras las votaciones, donde Maduro opta por la reelección, y que han sido cuestionadas por distintos voceros de la Casa Blanca por considerar que no son "libres" ni "transparentes", el escritor cubano cree que el plan estratégico de Washington va a continuar. "Lo digo con toda franqueza: no va a pararse", independientemente de los resultados electorales.
El Gobierno permanente
El también historiador cubano ha definido a las sucesivas administraciones estadounidenses como un "gobierno permanente" que enfoca sus esfuerzos en "tratar de evitar la erosión evidente" de su poder global y en "derrotar el mundo pluripolar" emergente.
En las recientes audiencias del Comando Norte y del Sur ante el Congreso, recuerda Suárez Salazar, se percibe una alineación con los conceptos de la Doctrina Monroe y se ha definido a Venezuela, Nicaragua y Cuba como "plataformas" en la región para la supuesta agresión rusa contra EE.UU.
El presidente Donald Trump está fortaleciendo la idea de que "debe hacerse respetar en el mundo", manifiesta el intelectual entrevistado. ¿A través de cuáles medios? Del militar. "Por eso los 700.000 millones de dólares" que se prevén de presupuesto en esa área, explica.
"Dar un mensaje claro"
Suárez Salazar lo dice sin ambages: En Venezuela "se está librando una de las principales batallas" del plan estratégico estadounidense y, en su opinión, hay que estar listo para todos los escenarios, incluso el peor.
"Es legítimo que las fuerzas armadas venezolanas se preparen", afirma al referirse a las declaraciones recientes del jefe del Departamento de Estado, Rex Tillerson, sobre los ejércitos de América Latina como "agentes de cambio cuando las cosas están mal".
La respuesta ante estas acciones de Washington, en su punto de vista, es dar un "mensaje claro" de que una intervención en Venezuela tendrá un "costo que no pueden pagar".
Diez años de sanciones
- Septiembre de 2008: El Departamento del Tesoro agregó a la lista de la Oficina de Control de Bienes Extranjeros (OFAC), los nombres del entonces ministro de Interior, Ramón Rodríguez Chacín, junto a los de Hugo Carvajal y Henry Rangel Silva, quienes dirigían cuerpos de inteligencia. Se les señalaba de tener presuntos nexos con el narcotráfico y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
- Mayo de 2011: En esta oportunidad las medidas restrictivas fueron contra siete compañías, donde se incluía a la estatal petrolera PDVSA, por ofrecer combustible a Irán, otro de los países sancionados por EE.UU.
- Septiembre 2011: El listado "negro" de la OFAC siguió en aumento y cuatro personas más vinculadas con el chavismo fueron sancionados por las mismas razones de 2008.
- Diciembre 2014: Ese año el presidente Obama firmó sanciones contra siete funcionarios venezolanos relacionados con la "violencia y represión" durante las protestas organizadas por la oposición, donde murieron 43 personas.
- Marzo de 2015: La OFAC publicó la lista de siete personas, entre las que se encontraban miembros del alto mando militar, del poder judicial y de empresas estratégicas venezolanas, a quienes les bloquearon sus cuentas en EE.UU. y se les prohibió la entrada a ese país.
- 2017: Casi treinta representantes de los poderes públicos, incluido Maduro, fueron sancionados y se dictaron medidas restrictivas que prohíben a empresarios estadounidenses realizar transacciones financieras con el país suramericano.
- Enero de 2018: En esta oportunidad fue la Unión Europea la que impuso medidas coercitivas contra siete altos funcionarios venezolanos.
Nathali Gómez