El primer jefe de la OPAQ revela a RT cómo EE.UU. lo amenazó para que renunciara
José Bustani, diplomático brasileño y quien fue el primer director general de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ), ha concedido una entrevista exclusiva a RT, en la que ha abordado el caso Skripal y ha revelado cómo la Administración de EE.UU. lo presionó para que renunciara a la organización antes de la Guerra de Irak de 2003.
Bustani, quien dirigió la OPAQ entre 1997 y 2002, recuerda cómo trataba de convencer a Irak y Libia para que se unieran a la organización, lo que significaría que los dos países se habrían visto obligados a deshacerse de todas las armas químicas si las tuvieran.
En el caso de Irak, el diplomático señala que "era obvio que durante la primera guerra de Irak todo había sido destruido", y "no quedaba nada" para acusar a Bagdad de poseer armas químicas.
En 2001, los inspectores de la OPAQ examinaron las instalaciones iraquíes, y fue "una operación exitosa", luego de lo cual el diálogo informal de Bustani con los iraquíes y los libios acerca de su incorporación a la organización hizo un gran avance, recalca.
Sin embargo, los esfuerzos diplomáticos no le sentaron bien a Washington, porque "ya tenía planes para tomar alguna medida, acción militar, contra Irak", afirma Bustani. Poco después, la Administración Bush comenzó a presionar agresivamente para su renuncia, lo cual se convirtió en "una historia trágica" para él.
"Tiene que renunciar y le doy 24 horas"
En concreto, recibió una llamada telefónica de John Bolton, el actual asesor de Seguridad Nacional de Donald Trump y subsecretario de Estado para Control de Armas y Seguridad Internacional en la Administración Bush entre 2002 y 2004.
"Era la primera vez que tenía contacto con él, y me dijo que tenía instrucciones para decirme que tenía que renunciar a la organización, y le pregunté por qué", relata Bustani. "Dijo que [mi] estilo de gestión no era agradable para Washington", añade.
El diplomático se negó rotundamente a renunciar, pero unas semanas después Bolton se presentó en la sede de la OPAQ en La Haya. "Vino a mi oficina y me dijo: 'tiene que renunciar y le doy 24 horas, esto es lo que queremos. Se tiene que ir, tiene que renunciar a su organización, director general'".
Cuando Bustani le contestó a Bolton que "no le debía nada" a EE.UU. y que fue designado por todos los Estados miembros de la OPAQ, este, en un tono más siniestro, le contestó: "Bien, entonces habrá represalias. Prepárense para aceptar las consecuencias. Sabemos dónde están sus hijos".
Según Bustani, dos de sus hijos estaban en Nueva York en aquel momento, y su hija estaba en Londres. Sin embargo, el jefe de la OPAQ le dijo a Bolton que su familia "está al tanto de lo que está pasando", así que "están preparados para enfrentar las consecuencias". La respuesta sorprendió a Bolton, quien luego abandonó la oficina.
Finalmente, el 21 de abril de 2002, a instancias de Bolton, se celebró una reunión especial en La Haya, en la que Bustani fue destituido con 48 votos contra 7 y 43 abstenciones. El diplomático apunta que quienes se abstuvieron fueron países en desarrollo, y que su propio Gobierno de Brasil "lo dejó".
"No es un hombre con el que puedas dialogar"
Sobre Bolton, Bustani opina que "no es un hombre con el que puedas dialogar", y no cree que sea capaz "de ser un asesor de Seguridad Nacional para ningún Gobierno de EE.UU."
Se trata de un político que "tiene prejuicios" y que "hizo una serie de anuncios preocupantes", incluyendo sobre Corea del Norte, Irán y Siria, destaca Bustani, quien advierte que es sobre todo preocupante el caso de este último país, "porque podría ser un nuevo Irak con consecuencias mucho más graves, con impacto en todo el Medio Oriente".
Sobre el caso Skripal: "No se puede determinar en 24 horas qué tipo de veneno se usó"
En relación al envenenamiento de Serguéi Skripal y su hija, del que Londres comenzó a acusar a Rusia menos de 24 horas después del incidente, el diplomático enfatizó que es imposible determinar qué tipo de agente nervioso se utilizó en tan poco tiempo. "No se puede decidir en 24 horas qué tipo de veneno se usó y de dónde proviene", aseguró.
En general, según Bustani, hay muchas preguntas en torno a la investigación del Reino Unido sobre el incidente de Salisbury. "¿Por qué no llamaron inmediatamente a la OPAQ? ¿Y por qué la OPAQ no se ofreció para actuar?", se pregunta el diplomático, quien recuerda que la función de la organización "es ir inmediatamente y analizar a las víctimas".
Por otro lado, también hay muchos interrogantes relacionados con la sustancia empleada. "Por ejemplo, ¿cómo controlas y limitas el uso de este veneno solo a dos personas?", señala Bustani, explicando que "si es Novichok, como lo anunciaron, no es algo que no afectaría a muchas más personas a tu alrededor".
"Hay tantas preguntas que no han sido respondidas", se lamenta el primer jefe de la OPAQ.