El Ministerio de Exteriores ruso ha condenado el bombardeo que han perpetrado contra Siria este 14 de abril EE.UU., Reino Unido y Francia, el cual se ha producido antes de que los expertos de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) investigaran el supuesto ataque químico en Duma.
"Esto es un símbolo de que a EE.UU. y los que se le unieron no les importa lo que digan las organizaciones internacionales ni los expertos de la OPAQ", ha recordado ante los periodistas María Zajárova, la portavoz del Ministerio de Exteriores ruso.
"Incluso hace un año, nadie necesitaba la verdad. Necesitaban un pretexto para una política agresiva", ha acotado la vocera, recordando el caso del ataque estadounidense de hace un año por el supuesto ataque químico de Jan Sheijún, cuando los expertos se limitaron a hacer sus análisis "a distancia". "Esta vez, ni siquiera le han permitido a los inspectores visitar el sitio", ha agregado.
En transmisión del canal Rossiya 1, Zajárova ha lamentado que la actual situación es una "brutal e insolente violación del derecho internacional" que "no tiene argumentos" y "anula" cualquier misión de pleno derecho de la OPAQ en la región.
Por otra parte, la portavoz de la Cancillería rusa ha indicado que el ataque a Siria tiene como objetivo el derrocamiento del presidente Bashar al Assad y la división de Siria. Ha precisado que entre los planes de Occidente nunca estuvo la normalización de la situación política en el país árabe, sino adaptarla en beneficio de sus propios intereses.
Impedir el trabajo de la OPAQ
Damasco había denunciado que el ataque conjunto perpetrado por EE.UU., el Reino Unido y Francia en su contra tuvo como objetivo impedir el trabajo de los expertos de la OPAQ, que este 14 de abril tenían prevista su llegada al país árabe para realizar su propia investigación sobre el supuesto ataque químico en Duma.
También ha indicado que la causa del bombardeo, realizado antes de que la misión de la OPAQ llegara al terreno, ha sido el "fracaso de la conspiración armada contra Siria", y los "éxitos del Ejército sirio en la lucha contra los grupos terroristas".
No hay pruebas
Hasta ahora no ha sido presentada ninguna prueba que confirme el supuesto ataque químico. El embajador ruso en Naciones Unidas, Vasili Nebenzia, destacó ante el Consejo de Seguridad de ese organismo internacional que no hay pruebas de suelo que delaten el uso de sarín o cloro.
Por su parte, los servicios rusos de seguridad química y radiológica viajaron al supuesto lugar del incidente, pero "no se encontraron personas tratadas por intoxicación química", informó la embajada de Moscú en Londres a través de un comunicado.
Puesta en escena
El 13 de abril, el ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, afirmó que su gobierno tiene "datos irrefutables" de que el presunto ataque químico es "una nueva puesta en escena y en ella participaron los servicios secretos de uno de los Estados que se desvive por estar en la vanguardia de la campaña rusófoba".
Al respecto, el embajador ruso en Londres, Alexánder Yakovenko, indicó que la actual situación "es exactamente igual a lo que ocurrió en Jan Sheijún" y acusó a los Cascos Blancos –"apoyados por el Gobierno británico"– de "escenificar ataques químicos falsos".