Ecuador: Los hechos más relevantes del primer año de gobierno de Lenín Moreno

"Ha sido el año de poner la casa en orden, de limpiarla, arreglarla, para que todos podamos vivir, en un lugar de paz", ha dicho este jueves el mandatario.

Este jueves 24 de mayo se cumple el primer aniversario desde que Lenín Moreno asumió la Presidencia de Ecuador. Un año cargado de profundos cambios –en materia política y económica, principalmente– y marcado por la distancia con su antecesor, Rafael Correa, de quien fue vicepresidente durante seis años.

Moreno, quien fue el candidato del oficialista partido Alianza PAIS —en fórmula con Jorge Glas como aspirante a la vicepresidencia—, asumió la primera magistratura tras ganar en segunda vuelta electoral, celebrada el 2 de abril de 2017 con el 51,16 % de votos, quedando por encima del binomio encabezado por el exbanquero Guillermo Lasso, que alcanzó el 48,84 % de la votación.

"Desde hace un año, todos los días, estamos descubriendo con asombro y desilusión que la mesa estaba vacía. ¡Que se lo llevaron todo!", ha dicho este jueves el presidente Moreno en la presentación de un informe ante la Asamblea Nacional, enfatizando que "ha sido el año de poner la casa en orden, de limpiarla, arreglarla, para que todos podamos vivir, en un lugar de paz".

En este sentido, según explicó el historiador y analista político Juan Paz y Miño, en entrevista con RT, el nuevo mandatario inició con su llegada  la "descorreización [romper con lo que fuera el gobierno de Correa] del Estado y de la sociedad, que es un planteamiento de la derecha política del Ecuador".

"El gobierno del presidente Lenín Moreno ha iniciado así otro ciclo histórico para el Ecuador, dejando atrás el que correspondió a la Revolución Ciudadana. Ya no forma parte de los gobiernos progresistas, democráticos y de nueva izquierda que caracterizaron a la América Latina en los pasados lustros", dice el experto en un artículo dedicado a este primer año de mandato.

Diálogo Nacional: "Resolver controversias"

Apenas un mes después de su toma de posesión, Moreno lanzó el Diálogo Nacional con todos los sectores del país, que reunió a políticos y empresarios acérrimos opositores, para "resolver controversias, construir acuerdos, corregir políticas públicas, reducir los conflictos, pero, sobre todo y ante todo, motivarles a que ustedes ejerzan su derecho a la participación", dijo el mandatario a la prensa entonces.

Así, en octubre del año pasado, se presentó el informe de este diálogo, en el que se señala que se consiguieron 20 acuerdos relevantes para la política pública del país, divididos en cuatro ejes: reactivación económica y productiva, garantía de derechos de los ciudadanos, Estado incluyente que garantice los derechos de los pueblos indígenas y un Estado descentralizado.

El exasambleísta por la provincia de Imbabura y exrector de la Universidad Técnica del Norte, Antonio Posso, rescata como positivo este diálogo "sin exclusiones" y califica al gobierno de Moreno como "tolerante y respetuoso a quienes piensan diferente", según recoge Ecuador Universitario.

Jorge Glas fuera de la vicepresidencia

El 3 de agosto, Moreno, a través del Decreto 100 retiró todas las funciones encomendadas al entonces vicepresidente Jorge Glas. La medida la tomó un día después que Glas publicara un comunicado en el que reclamaba algunas acciones del gobierno de Moreno, como la entrega de la administración del sector eléctrico a opositores, el control de medios públicos a representantes de medios privados, la manipulación "perversa" de las cifras económicas, y la acusación de "corruptos" a funcionarios del gobierno anterior, del cual el propio mandatario formó parte.

A partir de entonces comenzó un proceso judicial contra Glas, que culminó con su sentencia a seis años de prisión el 13 de diciembre, al encontrarlo culpable de asociación ilícita en el caso Odebrecht. Un proceso que, en opinión de la asambleísta Sofía Espín, ha sido "una trama política bajo la cual le quitan la vicepresidencia de la República".

Consulta Popular

En octubre del año pasado, Moreno anunció la realización de un referéndum y consulta popular, que incluía enmiendas a la Constitución, en la que los ciudadanos debían responder a siete preguntas sobre: lucha contra la corrupción; la anulación de la reelección indefinida; la derogación del Consejo de Participación Ciudadana; la lucha contra la pederastia; la imposición de restricciones a la minería descontrolada; la anulación de la ley de plusvalía; y la reducción de la explotación petrolera en el Parque Natural del Yasuní. La consulta se realizó el 4 de febrero y el mandatario recibió el respaldo de la población, puesto que en las siete interrogantes  el Sí.

Pero la consulta no estuvo excenta de problemas. El principal fue que no contó con un pronunciamiento de la Corte Constitucional del país en su responsabilidad de avalar o no el plebiscito antes de que se llevase a cabo, y así lo constató la Misión de Expertos Electorales de la Organización de Estados Americanos (OEA).

Producto de la pregunta 3, se dio por terminado el mandato de las autoridades del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (CPCCS), un organismo que evalúa a las autoridades públicas del país, y se nombró a un Consejo transitorio, a partir de un listado que envió Moreno a la Asamblea Nacional. El problema que se ha presentado ahora y así lo denuncia la parlamentaria Espín, es que el CPCCS temporal "dice que sus resoluciones están por encima de la Constitución".

Pero, gracias a ese plebiscito, los ecuatorianos se pronunciaron a favor de reducir el área de extracción petrolera y ampliar la zona protegida en el Parque Nacional Yasuní, ubicado en la región amazónica ecuatoriana; y también votaron que los delitos sexuales contra menores de edad no prescriban.

Conflicto en la frontera norte

Uno de los mayores desafíos que le ha tocado enfrentar a Moreno es el recrudecimiento de la violencia en la frontera con Colombia, específicamente en la provincia de Esmeraldas. El pasado 27 de enero comenzaron los ataques, cuando se registró un atentado con coche bomba en la sede del Comando de Policía del cantón San Lorenzo; la explosión dejó 28 heridos leves, afectaciones a 37 viviendas, así como daños en ventanales y muro posterior a la sede policial.

Posteriormente, el 20 de marzo, se registró la explosión de un artefacto en la zona de Mataje, causando la muerte en el momento de los militares Luis Alfredo Mosquera, Jairo Estiven Sandoval y Sergio Jordan Cedeño; unos días después falleció Wilmer Álvarez Pimentel, quien había quedado herido.

Ese mismo mes, el 26 de marzo, fue  secuestrado el equipo periodístico del diario ecuatoriano El Comercio, integrado por el periodista Javier Ortega, el fotógrafo Paúl Rivas y el conductor Efraín Segarra, que luego de 18 días se conoció que fueron asesinados.

Posteriormente, una pareja, identificados como Oscar Efrén Villacís Gómez y Katty Vanesa Velasco Pinargote, también fueron secuestrados  por grupos irregulares en la frontera norte. Este y todos los demás hechos se le han atribuido a Walter Artízala, alias 'Guacho', también conocido como 'William Quiñónez'.

Ante estos sucesos, el gobierno de Moreno ha respondido con mayor militarización, pero a la fecha no se han podido recuperar los cuerpos del equipo periodístico ni rescatar a los actuales dos secuestrados.

Plan económico

Después de 10 meses de mandato, Moreno presentó en abril pasado su Programa Económico de Estabilización Fiscal y Reactivación Productiva, conocido comúnmente como Plan Económico. Al presentarlo, el mandatario dijo: "Hoy presentamos un programa basado en la transparencia y la verdad, no en falsas ilusiones, ni en tremendismos para justificar un golpe a los más pobres".

El plan está centrado en cuatro ejes: Estabilidad y equilibrio fiscal, reestructuración y optimización del Estado, equilibrio del sector externo y sostenibilidad de la dolarización y reactivación productiva.

El programa incluye, entre otras cosas, la reducción del Estado, con la eliminación de ministerios, secretarías, viceministerios, subsecretarías y coordinaciones generales, que significa también despidos masivos en la administración pública. También nuevas modalidades de contratos de trabajo, sobre las que Moreno no brindó mayores detalles.

Sin embargo, algunos analistas consideran que se trata de una serie de medidas inconclusas, ambiguas y muy generales sobre incentivos tributarios para el sector empresarial. A la fecha no se ha precisado muy bien cuáles serán las acciones específicas a seguir en cada eje propuesto, más allá de los despidos en la administración pública.

La reconciliación con EE.UU.

Este primer año de gobierno de Moreno también ha estado marcado por una cercanía o reconciliación con EE.UU.

En febrero pasado estuvo de visita en el país el subsecretario de Estado para Asuntos Políticos de EE.UU., Thomas A. Shannon, y se reunió con el mandatario ecuatoriano. Tras este encuentro, Moreno escribió en su cuenta en Twitter: "Con mucha cordialidad, hemos retomado una relación que será beneficiosa en muchos ámbitos".

A finales de marzo una misión del Comando Sur de EE.UU., integrada por el teniente general Joseph P. DiSalvo, subcomandante militar; y la embajadora Liliana Ayalde, asesora de Política Exterior de ese comando, estuvo también de visita en Ecuador. Ayalde dejó claro que no tienen ninguna intención de reabrir una base militar estadounidense en territorio ecuatoriano, como la que estaba establecida en Manta y que fue expulsada en 2009, por el entonces presidente Correa.

Un mes después, el entonces ministro del Interior de Ecuador, César Navas, y el embajador de EE.UU. en el país, Todd Chapman, firmaron un acuerdo para la lucha conjunta contra el crimen organizado transnacional y el tráfico de drogas.

Popularidad en baja

Según la firma Cedatos, Moreno inició la presidencia con el 66 % de aprobación, aumentó a 73,6 % en noviembre, y a principios de mayo de este año apenas alcanzaba el 43,5 % de popularidad entre los ecuatorianos.

La iniciativa Ecuador Decide, del Grupo Faro, publicó un análisis del cumplimiento de las propuestas de campaña de Moreno en su primer año de mandato. La conclusión es que se alcanzó el 38 % de los propuesto, lo que califican de "medianamente satisfactorio".

El análisis fue hecho en seis áreas: la reconstrucción de Manabí [por el terremoto de abril de 2016], que alcanza 47 % de cumplimiento; la lucha contra la corrupción, apenas 28 %; el emprendimiento, un 33 %; el empleo, 39 % de avance; la educación técnica, 48 %; y la educación inicial, 35 %.

Edgar Romero G.