Un alto funcionario de Washigton reveló que el presidente estadounidense, Donald Trump, contempló invadir Venezuela el pasado mes de agosto.
Según esta información, publicada por la agencia AP, al final de una reunión en el Despacho Oval donde se discutía el tema de las sanciones contra el país suramericano, el mandatario se dirigió a sus ayudantes e hizo la pregunta: "¿Por qué EE.UU. no puede simplemente invadir un país conflictivo?".
Este comentario supuestamente sorprendió al secretario de Estado, Rex Tillerson, y el asesor de seguridad nacional, H.R. MacMaster, que ya no forman parte del Ejecutivo estadounidense.
En ese posible intercambio, la fuente, cuya identidad no ha sido revelada, comentó que los dos exfuncionarios le habrían explicado al presidente que una acción militar sería contraproducente y que podría perder el apoyo de los gobiernos del resto de la región, ganado con tanto esfuerzo, para "castigar al presidente Nicolás Maduro".
Al parecer, Trump hizo referencia a intervenciones pasadas en América Latina y el Caribe, como la invasión a Panamá, en 1989, que dejó por lo menos 5.000 víctimas, según organizaciones sociales, y la intervención a Granada, en 1983.
El día después
El 11 de agosto, un día más tarde de la supuesta reunión, el mandatario manifestó en una rueda de prensa que Washington manejaba "muchas opciones" respecto a la situación de Venezuela y que "no descartaba una opción militar". "Tenemos nuestras tropas en todo el mundo, en lugares muy, muy lejanos" y Venezuela "no está lejos", expresó en esa oportunidad.
Tras esas declaraciones, algunos gobiernos latinoamericanos adversos al de Maduro –como los de Colombia, México y Perú– manifestaron su rechazo a una eventual incursión militar.
De igual manera lo expresó el Mercado Común del Sur (Mercosur), que una semana atrás había suspendido a Venezuela del bloque económico –conformado por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay– por "ruptura del orden democrático".
Una semanas después, el 25 de agosto, la administración de Trump dictó nuevas sanciones contra el país sudamericano, al firmar una orden ejecutiva que prohibió a los bancos estadounidenses realizar transacciones con el Gobierno de Maduro y con la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA).
Además, la fuente anónima reveló que un mes más tarde, en septiembre, al margen de la Asamblea General de las Naciones Unidas, Trump habló en una cena privada con cuatro gobernantes latinoamericanos, entre los que se encontraba el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, a quien le hizo la misma pregunta sobre una eventual intervención. Al parecer, la respuesta también fue negativa.
Sanciones y presiones
Washington, que declaró a Venezuela como una "amenaza inusual y extraordinaria" en 2015, durante el gobierno de Barack Obama, ha impuesto medidas punitivas a sus altos funcionarios desde 2008, pero se incrementaron en 2017. Además de las restricciones a la compra de deuda y activos públicos y a las transacciones con petro, la criptomoneda venezolana.
La Casa Blanca había advertido a Caracas que de realizarse las elecciones presidenciales, donde Maduro resultó electo el pasado 20 de mayo, se intensificaría la presión sobre el país suramericano, que ha catalogado las medidas punitivas como "bloqueo económico".
Hace una semana se llevó a cabo la gira del secretario de Estado de EE.UU., Mike Pence, por la región para tratar el tema de la "crisis venezolana" y pedir que se aislara al país suramericano. Es la tercera visita durante la administración de Trump para abordar la misma temática.