La muerte de Dawn Sturgess, una de las dos personas intoxicadas en Amesbury con lo que las autoridades británicas han identificado como el agente nervioso Novichok, no ha tardado en desencadenar una nueva ola de acusaciones infundadas contra Rusia.
Durante un discurso en el Parlamento, el ministro de Defensa británico, Gavin Williamson, ha vinculado a Moscú directamente con la muerte de Sturgess al afirmar que "Rusia cometió un ataque en el territorio británico que ha visto la muerte de una ciudadana británica", informa Reuters. No ha sido el primero. El hecho de que la investigación acabe de empezar y todavía no haya llegado a ninguna conclusión oficial no parece impedir que otros políticos y periodistas del país se apresuren también a sacar conclusiones sin necesidad de pruebas.
"Reubiquen el resto de los partidos de la Copa Mundial 2018"
Uno de ellos ha sido el parlamentario Mike Gapes, que inmediatamente ha tachado a Rusia como la responsable de la muerte de Sturgess. "Esto fue el asesinato de una ciudadana británica como resultado del uso de un agente nervioso químico producido por el Estado ruso", ha escrito Gapes en su cuenta de Twitter.
Por su parte, la parlamentaria conservadora Sarah Wollaston ha tuiteado que ha llegado "la hora para enviar un claro mensaje a Putin sobre las armas químicas". "Reubiquen el resto de los partidos de la Copa Mundial 2018 a otro lugar en Europa", ha propuesto la política.
A su vez, el periodista de The Guardian Luke Harding, un conocido crítico del Gobierno ruso, ha insinuado que Sturgess fue el "daño colateral" de una operación del Kremlin que tenía como objetivo envenenar a los Skripal. "Dawn Sturgess muere tras estar expuesta a Novichok. Las circunstancias no están claras. Una indiferencia absoluta al daño colateral [es] una de las marcas distintivas del régimen de Putin y de sus operaciones extraterritoriales", ha declarado Harding.
"¡¡¡Putin es nuestro enemigo!!!"
Alec Luhn, otro crítico de Rusia, ha utilizado la muerte de Sturgess para desafiar la afirmación del presidente ruso, Vladímir Putin, quien afirmó, comentando el caso Skripal, que si el exagente de inteligencia y su hija hubieran sido atacados con un agente tóxico de grado militar, no habrían sobrevivido. Este comentario de Putin, en opinión de corresponsal de The Telegraph, da más credibilidad a la versión según la cual Moscú estuvo detrás del ataque en Salisbury. "Vladímir Putin argumentó anteriormente que el Estado ruso no podía haber utilizado un agente nervioso militar en el Reino Unido porque las víctimas habrían muerto. Ahora una de ellas lo ha hecho", ha afirmado Luhn en su Twitter.
Otros comentaristas han acusado al mandatario ruso directamente. "Putin es un asesino. Cuáles son las probabilidades de que Trump no lo mencione la semana que viene. ¡¡¡Putin es nuestro enemigo!!!", ha escrito Brian Krassenstein, redactor de Hill Reporter con casi 500.000 seguidores en Twitter.
Por el momento, no está claro cómo Sturgess y su novio Charlie Rowlie, que permanece en estado crítico, entraron en contacto con la sustancia tóxica. Además, nada sugiere que tengan algo que ver con Serguéi Skripal y su hija Yulia. Los expertos tampoco han demostrado que la sustancia que envenenó a Sturgess y Rowlie provino del mismo lote que la que fue utilizada para envenenar a los Skripal.