Kronshtadt, el segundo submarino del proyecto 'invisible' Lada, cumplió este jueves en San Petersburgo, con éxito, su primera inmersión, informa RIA Novosti.
Este nuevo submarino ruso de ataque y diésel-eléctrico, concebido para defender bases navales y cazar otros sumergibles, permanece invisible a sonares enemigos, precisó Viktor Chirkov, excomandante de la Flota del Báltico y ahora consejero jefe de la empresa estatal de construcción naval.
La nave en sí está diseñada para detectar con éxito incluso objetivos 'de bajo ruido', dijo el Ministerio de Defensa en un comunicado. También para atacar objetivos en superficie con misiles de crucero de alta precisión, como los Kalibr-PL.
En total se fabricarán cuatro sumergibles de propulsión clásica diésel-electrica y cinco más mejorados con propulsión independiente de aire.
El Sankt Peterburg cuenta con seis tubos lanzatorpedos de 533 milímetros, compatibles con misiles de crucero del sistema Kalibr-PL, y es capaz de disparar simultáneamente desde todos ellos. Su sistema de recarga rápida le permite lanzar en poco tiempo todo su arsenal de 18 proyectiles, ya sean misiles o torpedos, contra el eventual enemigo.