Pobreza, corrupción y emigración serán los temas que debatirá una Iberoamérica polarizada
La ciudad guatemalteca de Antigua acogerá este viernes la XXVI Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno, que se desarrollará bajo el lema "Una Iberoamérica próspera, inclusiva y sostenible", con la reunión de países de América y la península Ibérica.
La cumbre está marcada, en esta oportunidad, por los cambios de gobierno en varios de los países integrantes de la Conferencia Iberoamericana. De esos Estados, estarán presentes los nuevos mandatarios de Colombia, Iván Duque; Mario Abdo Benítez, de Paraguay; Carlos Alvarado, de Costa Rica; Pedro Sánchez, electo en junio como presidente del Gobierno de España; así como Martín Vizcarra, quien asumió como presidente de Perú en marzo, tras la renuncia de Pedro Pablo Kuczynski.
Todavía es un enigma la participación de Miguel Díaz-Canel, quien asumió las riendas de Cuba en abril pasado. Pero, sí son claras las ausencias de los mandatarios electos de las dos economías más grandes de la región: México y Brasil. Andrés Manuel López Obrador, elegido por los mexicanos, asumirá la presidencia recién el 1 de diciembre; mientras que Jair Bolsonaro, quien dirigirá el destino de los brasileños, tomará el poder el 1 de enero de 2019.
Otros que han confirmado su presencia son Evo Morales, de Bolivia; Lenín Moreno, de Ecuador; Enrique Peña Nieto, de México; Daniel Ortega, de Nicaragua; Juan Orlando Hernández, de Honduras; y Michel Temer, de Brasil; quienes estarán acompañados del jefe de Gobierno de Andorra, Antoni Marti Petit; el presidente subrogante de Chile, Andrés Chadwicky; y las vicepresidentas de Uruguay, Venezuela y Argentina, Lucía Topolansky, Delcy Rodríguez y Gabriela Michetti, respectivamente.
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible
La cumbre se enfocará en la Agenda de Desarrollo Sostenible 2030 de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y sus 17 objetivos, según ha explicado Guatemala, que ejerce la Secretaría Pro Témpore de la Conferencia Iberoamericana, mediante un comunicado de prensa.
Esta agenda, aprobada en 2015, tiene como límite 2030 para reducir la pobreza y la desigualdad, poner fin al hambre y lograr la seguridad alimentaria, garantizar la educación inclusiva, promover el crecimiento económico y el empleo, combatir el cambio climático, entre otros objetivos.
Tomando en cuenta las citas anteriores, celebradas en 2014 en Veracruz [México] y en 2016 en Cartagena de Indias [Colombia], donde se abordaron temas como "educación" y "juventud", en la cita guatemalteca se hará énfasis en el "desarrollo" de Iberoamérica, un espacio geográfico que ocupan alrededor de 650 millones de personas, bajo el compromiso del "desarrollo sostenible".
El Presidente de Costa Rica adelantó que aboradará en la cumbre los temas de las migraciones seguras y el cambio climático; Duque y Hernández, de Colombia y Honduras, respectivamente, pondrán en la mesa de discusión el precio justo del café; mientras que desde Ecuador han señalado que posicionarán lo relacionado con personas con discapacidad, cooperación internacional y lucha contra la corrupción.
La cumbre se desarrolla durante el avance de la caravana de migrantes centroamericanos hacia EE.UU.y en medio de los escándalos de corrupción que se han desatado en la región, como el de Odebrecht, que salpicó a varios gobiernos, por lo que no se descarta que estos temas figuren en el debate.
Debido al cambio ideológico en los nuevos gobiernos, con mayoría de la derecha, el pronóstico indica que la polarización jugará un papel determinante en las decisiones que se alcancen.
Perspectivas económicas de Iberoamérica
En la cumbre, desde 2007, se presenta el informe "Perspectivas Económicas de América Latina", un texto preparado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF).
En octubre pasado, tanto la CEPAL, como el Fondo Monetario Internacional (FMI) rebajaron sus proyecciones de crecimiento para Latinoamérica y el Caribe.
Según la CEPAL, la región crecerá 1,3 % este año, dos décimas menos que la cifra pronosticada por el organismo en agosto pasado; sin embargo, vaticina un alza de 1,8 % en 2019.
De acuerdo al FMI, las regiones de América Latina y el Caribe tendrán un crecimiento económico de 1,2 % al cierre del año, 0,8 % menos que lo pronosticado en abril y 0,4 % por debajo de los anunciado en julio. Según este organismo, la contracción se debe a las situaciones actuales de Argentina y Venezuela, así como el crecimiento desacelerado en Brasil. No obstante, para 2019, el ente dice que habrá un alza de 2,2 %.
Según las previsiones del FMI, España y Portugal, tendrán crecimientos favorables al cierre de 2018. España será uno de los que más crecerá en la zona euro, con un pronóstico de 2,7 %; mientras que su vecino se expandirá 2,3 %.
Una región de pobres
La región de América Latina y el Caribe, aunque ha tenido un importante crecimiento económico, sigue siendo una zona de pobres, según datos de la CEPAL, recogidos en el informe 'Panorama Social de América Latina, 2017', publicado en febrero de este año.
En el texto, la CEPAL detalla que para 2016, 186 millones de personas [30,7 % de la población] vivían en pobreza; y 61 millones [10 %] en extrema pobreza.
El panorama no mejoró en 2017, sino que incluso empeoró. El año pasado, en Latinoamérica y el Caribe, 187 millones de personas [30,7 % de la población] se encontraban en situación de pobreza; y 62 millones [10,2 %] en pobreza extrema.
En España, por su parte, según el informe Arope (sigla en inglés del indicador 'en riesgo de pobreza y/o exclusión'), en 2017, un total de 12.338.187 personas estaban en riesgo de pobreza y/o exclusión social, lo que supone 26,6 % de la población residente en el país.
Portugal, según el Instituto Nacional de Estadística (INE), cerró 2017 con 2.399.000 personas en riesgo de pobreza o exclusión social (23,3 % de su población).
Presidente de Guatemala en la mira
Guatemala recibe a la cumbre en medio de una crisis política que afecta al presidente, Jimmy Morales, quien es investigado por presuntos delitos de corrupción electoral.
En octubre pasado, el Congreso votó a favor de mantener la inmunidad al mandatario, y de esa manera evitó, por tercera vez, ser procesado en las pesquisas que llevan adelante la Fiscalía y la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), un órgano de la ONU, por supuestas irregularidades en las finanzas del partido Frente de Convergencia Nacional, que lo llevó al poder en 2015.
En su discurso, en septiembre, ante la Asamblea General de la ONU, Morales consideró que "en esencia, la CICIG ha llegado a ser una amenaza para la paz en Guatemala" y "ha montado un sistema de terror".
En medio de las investigaciones, cientos de guatemaltecos han tomado las calles en varias oportunidades para expresar su repudio al mandatario.
Antigua bajo seguridad extrema
La ciudad de Antigua, poblada por poco más de 45.000 habitantes, está situada en el sur de Guatemala, a unos 45 kilómetros al oeste de la capital.
Desde el lunes pasado, cuando comenzaron las actividades previas de la cumbre, se ha puesto en marcha un amplio dispositivo de seguridad, que se reforzó desde la madrugada del miércoles y que terminará el viernes, luego de la reunión de los presidentes y jefes de Estado.
Al menos una decena de calles de esta pequeña ciudad, rodeada de volcanes, han sido cerradas. El Ministerio de Gobernación informó que en el resguardo de los asistentes participan integrantes de las Fuerzas Especiales de la Policía (FEP), la Unidad de Explosivos de la DIDAE, agentes de diferentes comisarías y personal de la Sub Dirección General de Análisis e Información Antinarcótica (SGAIA).
Edgar Romero G.
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