Xenofobia, racismo y clasismo: ¿Cuáles son las causas de los discursos de odio que sacuden a México?

Expertos explican a RT la manera en que diversos fenómenos sociales y políticos inciden en el florecimiento de los discursos de odio en un país marcado por la violencia.

Las expresiones de odio contra los migrantes centroamericanos se han convertido en un fenómeno cada vez más visible en México.

Pero el repudio y este tipo de discursos no son exclusivos de los migrantes, sino también contra la propia población indígena y los pobres que viven en México.

¿A qué se debe esta situación? De acuerdo con expertos consultados por RT, los discursos de odio han aflorado por distintas causas, que van desde la manipulación mediática con fines políticos hasta el miedo provocado por la crisis de violencia que enfrenta el país.

Detener la "invasión"

Algunas de las expresiones que se registraron durante las protestas antimigrante en Tijuana tienen que ver con la manera en que algunos mexicanos categorizaron como "intrusos" e "invasores" a los migrantes centroamericanos.

Uno de los videos que más impacto mediático tuvo entre la opinión pública mexicana fue una breve entrevista para la Deutsche Welle en la que una mujer migrante centroamericana señala: "Mira lo que están dando: puros frijoles molidos, como si le estuvieran dando de comer a los chanchos [cerdos]. Y ni modo, hay que comerse esa comida porque si no nos morimos de hambre".

Ante la polémica, que suscitó memes y todo tipo de expresiones de rechazo en México, la mujer, de nombre Miriam Celaya, originaria de Honduras, salió a pedir disculpas. Esto, luego de explicar que estaba ofuscada al momento de la entrevista por la manera en que una persona la presionó para que su hija comiera los alimentos que se repartían, a pesar de que la niña estaba enferma del estómago.

La mujer, incluso, ha estado a punto de abandonar el albergue por el rechazo de los propios migrantes centroamericanos, debido a la ola de repudio que produjo su crítica a los frijoles en un momento específico, mismo que fue exacerbado por los medios y utilizado para etiquetar de "mal agradecidos" a los más de 13.000 migrantes centroamericanos que se encuentran actualmente en México. 

Mientras tanto, los migrantes centroamericanos han salido a las calles a manifestarse para tratar de contrarrestar la embestida mediática.

Manipulación informativa

Para los expertos, este tipo de expresiones xenófobas están enraizadas en el contexto político y social, pero además, exacerbado por la "manipulación" informativa.

"Este discurso xenófobo no lo habíamos tenido tan cerca en un hecho", señala Tanius Karam, experto en análisis del discurso e investigador de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México.

"El discurso de odio se basa en construir un tipo de enemigo, que el migrante te va a quitar trabajo sin ver el elemento contextual, como por ejemplo, la cantidad de migrantes que deporta EE.UU. y se quedan en México, que es mucho mayor. Esto se conecta a una tendencia muy clara en Occidente, con un discurso antimigrante, queriéndoles hacer culpables de cosas que no lo son", sostiene.

El académico explica que desde principios del siglo XIX, se ha estudiado la manera en que los discursos cargados de emotividad se han utilizado para nulificar argumentos racionales y evidencia empírica a la hora de controlar la opinión de las masas.

"Es una vil manipulación. Este discurso está apelando a la emoción y no a los hechos", añade.

Una situación que ha resultado evidente en la manipulación de imágenes y la viralización de noticias falsas con el objetivo de incrementar el odio hacia los migrantes.

Karam explica que esta manipulación se vuelve evidente cuando en algunos medios de comunicación y redes sociodigitales se suele resaltar el rechazo hacia el migrante mientras que las expresiones de apoyo, que también existen, son minimizadas.

"Lo que sí sorprende, es que este tema de la solidaridad hacia los migrantes no suele estar muy presente en el discurso, a pesar de que México vive una paradoja por el trato que tienen los mexicanos en EE.UU. y que contrasta con el discurso que se tiene al interior por los migrantes centroamericanos que vienen a México", apunta Karam.

A pesar de la gran exposición mediática a las expresiones de rechazo, el 53% de la población mexicana opina que se debería dar refugio a las personas migrantes, según datos oficiales.

Inventar al enemigo

Para Karam, buena parte de esta manipulación mediática ha sido alimentada desde la política interna de los EE.UU., y la manera en que los actores políticos de aquel país buscan construir un enemigo como parte de la disputa por el poder.

"Cada mandatario estadounidense tiene su enemigo favorito. Y en el caso de Trump, uno de sus enemigos favoritos, además de los mexicanos, son los migrantes, por lo que supuestamente representan. Pero es simplemente un discurso ideológico donde se trata de legitimar una posición aunque no esté fundamentada en los hechos", señala Karam, quien añade: "A final de cuentas la coyuntura de exacerbar el discurso eran las elecciones intermedias".

"Es esta idea de inventar al enemigo. Siempre este tipo de ideologías muy intolerantes y represivas, necesitan inventar un enemigo, no pueden funcionar sin él. Por eso también el 'show' mediático de aventar al Ejército, para construir el escenario de que los migrantes pueden ser una amenaza a la seguridad nacional de EE.UU. como afirma Trump, algo que es irrisorio", explica.

En este sentido, algunos han cuestionado la manera en que los ciudadanos mexicanos han reproducido el discurso xenófobo de Trump. 

"Hay que tomar el ejemplo de EE.UU. El lenguaje de Trump importa. Desde que llegó a la Casa Blanca incrementaron 20% los crímenes de odio contra migrantes y han crecido 10% los grupos que cometen este tipo de delitos", señaló Eunice Rendón, coordinadora de la iniciativa Agenda Migrante, en su cuenta de Twitter.

Racismo, colonialismo y xenofobia

Pero los discursos de odio en México no están dirigidos únicamente hacia los migrantes centroamericanos, sino también a las personas con rasgos indígenas.

Así ocurrió con otra polémica en redes, a raíz de la aparición de la actriz Yalitza Aparicio –de origen mixteco y quien participó en la aclamada película 'Roma' del cineasta Alfonso Cuarón– tras aparecer en unas fotografías para la revista Vanity Fair.

"Los indígenas cargan con este estigma desde hace mucho tiempo y han tenido que soportar nuestros insultos y agresiones. Una de ellas es la invisibilización. Rara vez se habla de ellos en la prensa, y cuando se habla de ellos, se hace desde la pobreza, no desde el éxito. Se minimizan sus logros, porque aparecen como casos de excepción, destacando sus historias de vida, y no incorporamos estos discursos a nuestra cotidianeidad", explica Evelyn Castro, experta en análisis del discurso y catedrática de la Universidad Nacional Autónoma de México.

De acuerdo con datos oficiales de INEGI, el 55% de la población mexicana reconoce que insulta a otros sólo por su color de piel. Asimismo, el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) señala que el 34% de la población encuestada considera que las personas indígenas son pobres debido a su cultura.

Castro explica que, al igual que ocurre con los discursos de odio que se viven en México, ya sea contra la población indígena, los pobres o los migrantes centroamericanos, todo tiene que ver con una psicosis social provocada por el miedo. Un miedo constante producto de los altos niveles de violencia, inseguridad e incertidumbre que existen en México, y que entre otras cosas explica el cambio de régimen encabezado por el próximo presidente, Andrés Manuel López Obrador.

"Tenemos un discurso racista y clasista que en un contexto tan complejo como el mexicano, configuró el escenario perfecto para la xenofobia, a partir del desarrollo de la caravana y de que en el imaginario ahonda la sensación de incertidumbre e inseguridad y se configura una paranoia de que vienen a quitarnos lo poco que nos queda", añade la experta.

"Hay condiciones del contexto actual mexicano que están contribuyendo a fortalecer el discurso de odio hacia los migrantes, más no implica que tengamos que justificarlo. México siempre ha tenido una tradición migrante y no siempre se ha tenido una reacción xenófobica, el contexto de violencia actual ha contribuido mucho a desconfiar de las personas", señala.

Para la investigadora de la UNAM, estos discursos de odio han sido una constante desde hace años, pero se hicieron más visibles a partir de la coyuntura política, pues considera que México "está convulsionado por el lenguaje clasista y racista que quedó de la pasada elección presidencial".

"A través de los memes, y las palabras 'fifí, chairo y derechairo', el mexicano tuvo la oportunidad de enfrentar a las élites. La ridiculización y el humor fueron el arma de los pobres y la clase media para confrontarlas, porque las posiciona como un contrapoder, además de que sirve de válvula de escape", apunta Castro.

La especialista refiere que en la actualidad existe una especie de "enfermedad moral que nos impide ver al otro con realismo", porque no consideramos que sus pensamientos, emociones, logros, sentimientos, sean igual de dignos y valiosos como los nuestros.

Se trata de un conjunto de sentimientos que nos inducen a sentir temor, antipatía y odio hacia los otros, por cualquier razón, sea por el lugar de origen, la etnia, el estatus social y económico, el grado de estudios, el color de piel, el idioma, la religión o la edad.

"Todas estas diferencias parece que se están exacerbando, pero en el fondo lo que hay es una crisis del capitalismo, que ahonda la desigualdad más evidente que es la socioeconómica y, por eso, retomamos otras dimensiones de nuestra identidad para agredirnos mutuamente", afirma Castro.

Discriminación en redes

Mientras tanto, las expresiones a favor y en contra de los migrantes sigue generando posturas encontradas en la sociedad mexicana.

Incluyendo posturas con un abierto rechazo hacia la comunidad de migrantes.

Un fenómeno similar, con opiniones a favor y en contra de las personas indígenas. 

Un germen de discriminación que ha acaparado buena parte de la discusión pública en México en el último año.

Manuel Hernández Borbolla

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