La decisión del presidente de EE.UU., Donald Trump, de ordenar una retirada total de las tropas estadounidenses de Siria ha sido recibida con ira e incredulidad en Washington por algunos políticos de ambas bancadas que esperaban otro escenario para el país árabe.
Este miércoles, luego de que el mandatario declarara al Estado Islámico (EI) como derrotado, la Casa Blanca anunció la vuelta a casa de los cerca de 2.000 soldados estadounidenses presentes en el territorio sirio, precisando que el retorno se demoraría entre 60 y 100 días.
"Costoso error"
De acuerdo con el exasesor de política exterior de Hillary Clinton, Jesse Lehrich, esta abrupta retirada no solo dará "nueva vida al EI", sino que también equivale a un "peligroso abandono de los aliados y objetivos estratégicos de EE.UU. en la región" ante un inminente fortalecimiento de Moscú, Teherán y Damasco.
La senadora Lindsey Graham tachó la decisión de "error como los de la era Obama", y compartió una carta que legisladores demócratas, republicanos e independientes enviaron a Trump advirtiéndole de su "costoso error" y pidiéndole que reconsidere su decisión.
Apoyo a la decisión
Sin embargo, otros políticos estadounidenses expresaron su apoyo a la retirada de los soldados, entre ellos Ted Lieu, representante demócrata en el Congreso. "Fue incorrecto cuando la Administración de Obama participó en acciones de guerra no autorizadas en Siria sin una estrategia. Fue incorrecto que la Administración de Trump lo continuara", aseveró.
"Estoy feliz de ver a un presidente que puede declarar la victoria y sacar a nuestras tropas de una guerra. Ha pasado mucho tiempo desde que eso sucedió por última vez", expresó por su parte el senador republicano Rand Paul.
¿Retirada o doble propósito?
Sin embargo, políticos rusos han sugerido que podría haber otros motivos detrás del anuncio de la Casa Blanca.
"Quizás se esté preparando algún tipo de provocación", indicó el primer vicepresidente del Comité de Defensa de la Duma Estatal, Alexánder Sherin, precisando que, si esta se llega a dar, Trump mencionaría el retiro de tropas "para que no haya sospechas hacia el lado estadounidense".
Por su parte, el jefe del Comité de Asuntos Internacionales de la Cámara Alta del Parlamento ruso, Konstantín Kosachev, recuerda que hay una presión interna en EE.UU. para que Trump no se entrometa en los asuntos de los demás sin dejar de proteger los intereses nacionales.
"La decisión, por lo tanto, puede tener un doble fondo: retirar a los estadounidenses, pero continuar operando a través de aliados, incluidos los no oficiales y los cuestionables", aseveró Kosachev.
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, reconoce que "es posible" que se concrete la retirada de tropas, pero recuerda que no es la primera vez que EE.UU. promete abandonar los territorios en los que tiene presencia militar. "Casi todos los años dicen que retirarán sus tropas de Afganistán", recordó Putin, subrayando que tras 17 años las tropas estadounidenses "se mantienen ahí".